Casi 200 padres de Casás entregan firmas en apoyo a la directora

Dicen que Educación le obligó a suprimir una antigua aportación de 80 euros al año para el comedor y que la presión mediático provocó su baja

El colegio de Casás. SEBAS SENANDE
photo_camera El colegio de Casás. SEBAS SENANDE

Un grupo de padres de alumnos del colegio de Casás entregó el jueves en el registro de la Xunta un escrito de apoyo a la directora del centro que lleva la firma de 192 progenitores y tutores legales, según explicó la encargada del comedor, Patricia López Balsa.

Estos padres respaldan el trabajo llevado a cabo por la directora, Isabel Ferreiro, en los últimos años y aseguran que la situación de "presión e acoso" que sufre por parte del servicio de Inspección y de "algúns profesores" del centro está afectando a los niños. Entre otras razones porque desde hace tres días el centro está «sen dirección», afirma López Balsa, ya que la directora está de baja médica.

Esta madre denuncia que esa "presión" motivó la supresión, el curso pasado, de la aportación voluntaria que hacían las familias para el servicio de comedor. Eran 8 euros al mes por alumno (80 al año) y, según López Balsa, la colaboración ya estaba establecida mucho antes de la llegada de Ferreiro a la dirección del colegio, no generaba quejas y era realizada por la gran mayoría de las familias. "A Xunta aporta 1,92 euros por neno e día para o comedor", explica esta madre. El servicio es cofinanciado por los padres con aportaciones que van en función de la renta familiar y que oscilan entre 1 y 4,50 euros al día, salvo en aquellos casos que están exentos. A mayores se hacía esa aportación voluntaria.

"A aportación voluntaria permitía, por exemplo, que o centro puidera poñer bocadillos cando os nenos ían de excursión. Facíamola moi a gusto", asegura López Balsa, que durante el curso pasado fue llamada a declarar por el servicio de Inspección, junto a otros padres y trabajadores del centro. El colegio tiene 485 alumnos y 323 son usuarios del comedor.

En las últimas semanas, Ferreiro denunció que sufre "acoso" por parte de la funcionaria de la Xunta que desde hace un par de años se ocupa de la inspección del centro. Denunció que Educación y el Concello tardaron en cubrir bajas de personal y que recibe visitas constantes de la inspectora, con continuos requerimientos de documentación y cambios en la organización del centro.

Ferreiro, cuya afinidad al PP es pública, cree que Educación intenta apartarla de la dirección.