ASÍ NOS AFECTA EL VIRUS

Las carreras también están de cuarentena

Los taxistas son algunos de los profesionales más expuestos al virus y, a la vez, son de los más perjudicados económicamente. El estado de alerta vació las calles y cerró negocios. Apenas hay carreras.
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photo_camera Miguel Ángel Lostre. VICTORIA RODRÍGUEZ

El sector del taxi es uno de los más castigados por la crisis económica del coronavirus. Las carreras bajaron considerablemente tras el estado de alarma decretado en el país y hay taxistas que ya optan por quedarse en casa en vez de ir a la parada. La falta de clientela pondrá en apuros a varios profesionales del sector, amarrados todavía al pago de una licencia o del coche con el que trabajan.

→ El descalabro económico

No se ve gente en la ciudad pero tampoco se hace ver la del medio rural. José Castro, taxista en Meira y en Pol, solo hizo en tres días 10 euros por un servicio particular para ponerse el sintrom. Lo habitual hasta hace poco era hacer varios viajes a Lugo trasladando a mayores a consultas en el Hula. La supresión de muchas de estas citas acabaron con estas carreras, por lo que ahora los servicios que se prestan son mínimos.

Fidel Rodríguez: "Hai unha sensación de baleiro total. A porcentaxe de clientes é baixísima. Non hai xente e tampouco a onde ir"

En Radio-Taxi Lugo detectan una caída de la demanda del servicio en los últimos días. Esta falta de clientela también provocó, a su vez, que muchos taxistas optasen estos días en Lugo por quedarse en casa. De hecho, antes de esta crisis, lo normal es que hubiese 50 taxistas disponibles al día en Lugo. Estos días, solo trabajaban la mitad. "Hay unos servicios mínimos y hay menos taxis porque no hay clientes. Estamos perdiendo estos días más de la mitad de lo habitual, digamos que un 70 por ciento. Hoy esto es una ruina", afirma Miguel Ángel Lostre Crespo, presidente de la Asociación Profesional de Radio-Taxi Lugo.

Fidel Rodríguez, actualmente de baja, se hace eco de lo que viven sus compañeros. "Hai unha sensación de baleiro total. A porcentaxe de clientes é baixísima. Non hai xente e tampouco a onde ir", comenta.

Eusebio Méndez, también taxista en Lugo, percibió ya antes de la declaración del estado de alarma una caída de la clientela, especialmente de los viajeros que llegaban a Lugo en bus o en tren.

→ Los clientes que quedan

A José Castro, taxista en Meira y Pol, solo lo salva actualmente el contrato con el Sergas para traslados del personal sanitario, los cuales aumentaron ligeramente en los últimos días dado que hay más salidas a domicilio de los médicos dado que los pacientes no salen de casa. "Dobráronse as saídas da noite para levar os médicos ata as casas dos pacientes, xa que estes non saen. Se antes tiñamos tres, agora temos seis. Pero, polo demais, moi mal", afirma.

Fidel Rodríguez cuenta, por su parte, que los únicos traslados que se están haciendo son los de la gente que todavía trabaja como, por ejemplo, dependientes de supermercados y panaderías, personal sanitario o periodistas. Añade que hay, además, una corriente solidaria entre taxistas de todo el país para transportar a profesionales sanitarios.

Eusebio Méndez: "Xa antes do estado de alarma baixara moito o número de viaxeiros que chegaban a Lugo tanto en autobús como en tren"

→ Media de servicios

En una mañana normal, podría llegar a haber antes en Lugo unos 300 servicios, según los datos que maneja Radio-Taxi. Estos pasados días, apenas rondaban los 100.

El número de servicios fue bajando de día a día de confinamiento. Los primeros días de la semana todavía se superaban los 100, a mediados apenas se llegaba a esa cifra ya. Estos números están muy lejos de las más de 300 llamadas que se registraban en Lugo, hasta hace solo unos días, en una mañana.

A lo largo de todo el día, el descenso de clientes también se hizo notar últimamente. Así, por ejemplo, si una noche de un día laborable en Lugo daba una media de 60 servicios, en estos últimos días la media anduvo en torno a 11 tan solo.

Algo similar ocurrió en horario de tarde. Cuando lo habitual era tener unos 200 servicios, estos días el bajón de clientela fue tremendo y solo se llegó a unas 40 salidas de media entre todos los taxis que circulan en Lugo.

José Castro: "Dobráronse as saídas do persoal sanitario do PAC de Meira ás casas porque os enfermos xa non van ao centro médico"

→ Pérdidas graves

El sector del taxi en Lugo estima que, al final de la cuarentena decretada por el estado de alarma, las pérdidas económicas pueden llegar a ser cuantiosas amenazando la economía de muchos profesionales, que todavía están sujetos al pago de una licencia o, incluso, del vehículo con el que salen a trabajar.

"Cada cinco anos, de media, temos que cambiar o coche e iso supón un desembolso duns 20.000 euros, que nalgúns casos se paga a prazos", comenta el presidente de la Asociación Profesional de RadioTaxi Lugo, Miguel Ángel Lostre.

A este gasto, hay que sumar otros que tienen estos profesionales como, por ejemplo, el seguro de autónomos —entre 300 y 600 euros—, el combustible —de 400 a 500—, el seguro del vehículo —unos 1.000 euros al año— y su mantenimiento, unos 300.

Un taller ofrece ozono gratis
Los taxistas de Lugo se benefician, desde hace días, de un tratamiento desinfectante gratuito con ozono, que les ofrece un taller de Lugo, que elimina bacterias, virus, hongos, ácaros y moho, además de olores. Este sistema también se utiliza en ambulancias.

Además del ozono, la mayoría de los profesionales usa distintos productos para desinfectar el vehículo tres veces al día y ventilarlo.

Gel hidroalcohólico
Otras de las medidas puestas en marcha por el sector es el uso de gel hidroalcohólico, tanto por el profesional como por el cliente. Algo que no es aceptado por todos. "Una señora se enfadó con un compañero porque le propuso lavar las manos con este gel", comenta el taxista Fidel Rodríguez.

Asiento trasero
Los taxistas optan por pedirles a sus clientes que se sienten en la parte de atrás para mantener la distancia reglamentaria.

Sin bajarse del coche
También hay taxistas que no se bajan del coche al llegar al destino para evitar un posible contagio del coronavirus.