Dos carreras que vuelan en paralelo

Rubén Martínez y Samuel Fouces son dos exalumnos del grado superior en Aeromécanica de reactores que se imparte en el Cifp As Mercedes. Este ciclo tiene un porcentaje de empleabilidad cercano al 100%. Ambos forman parte de las plantillas de dos de las empresas más punteras del sector aeronáutico y viajan por todo el mundo

Rubén Martínez trabaja ante la mirada de un grupo de niños en Angola.EP
photo_camera Rubén Martínez trabaja ante la mirada de un grupo de niños en Angola.EP

EN OCASIONES es necesario dar un paso adelante. Arriesgar. Porque lo único constante es el cambio. En esta disyuntiva se encontraban dos ex alumnos del grado superior en Aeromecánica de reactores que se imparte en el Cifp As Mercedes.

Rubén Martínez y Samuel Fouces tomaron el camino de la formación profesional para encauzar su pasión por cualquier clase de aparato volador. Ambos fueron seducidos por la aeronáutica, aunque en diferentes vertientes.

Sus aptitudes sobresalieron enseguida y nada más finalizar el periodo de prácticas fueron contratados por dos de las empresas más relevantes del sector aeronáutico para desempeñar su labor tanto en España con en el extranjero.

Las grandes empresas buscan a los candidatos a formar parte de sus plantillas de especialistas entre los graduados en Aeromecánica. La empleabilidad de los ex alumnos de este centro educativo lucense roza el 100 por 100 si se decantan por aceptar ofertas de trabajo fuera de Galicia.

Rubén Martínez es miembro de la segunda promoción de este grado y su pasión por los aviones y drones le viene de familia. Su padre es un gran aficionado a los aparatos de aeromodelismo y radio control, y él siguió los pasos de su progenitor desde edad temprana. Así, con la llegada de los drones al mercado, hace casi una década, su mirada se puso sobre estas naves no tripuladas.

Una historia que comenzó como un simple hobby en su habitación, donde pasó incontables horas desvelando los secretos de funcionamiento de este engendro de nueva generación, dio paso a una opción de estabilidad laboral, relata Martínez.

Así, cuando fue conocedor del ciclo de Aeromecánica le faltó tiempo para descolgar el teléfono y solicitar información para comenzar el proceso de inscripción. Desde que fue aceptado, los acontecimiento se precipitaron hacia un alumno con potencial.

Sus cualidades para el manejo y mantenimiento de drones llamaron poderosamente la atención de los responsable de la empresa herculina Aeromedia, firma puntera dedicada al uso de drones en tareas de topografía con la ayuda de la tecnología Lidar.

Este sistema emplea un láser en los procesos de fotogrametría que se muestra como una ayuda fundamental en el trabajo que desarrollan arquitectos e ingenieros en los terrenos donde se pretende edificar, gracias a las mediciones e interpretación que realizar este lucense con imágenes aéreas.

DESTINOS. Su pericia a los mandos de este tipo de drones de altas capacidades le ha llevado a trabajar a lugares tan dispares como Angola, Chile o Armenia, durante los dos últimos años. Actualmente, con una situación laboral estable, y con trabajo en cartera para los próximos meses, no piensan en abandonar este camino. Aunque su alma viajera le pide, en ocasiones, que alce el vuelo.

NIGERIA. Su colega de profesión, Samuel Fouces trabaja en Gestair, una empresa dedicada a fletar vuelos privados para particulares o empresas alrededor del mundo.

El ex alumno de Luis Abelleira se encuentra actualmente en Nigeria, donde fueron requeridos sus servicios para la reparación de la turbina de un avión. El motivo del viaje fue la asistencia a un jet privado para un cambio de motor, ya que resultó dañado tras una travesía y estaba "fuera de vuelo", cuenta Fouces.

Fuera de esta asistencia puntual, el mecánico aeronáutico desarrolla su trabajo, de manera habitual, en el aeropuerto Adolfo Suárez-Barajas. Realiza el mantenimiento en base y en línea en Madrid y además tiene salidas para asistencias de aviones averiados o que necesiten sustitución de piezas de forma urgente en otros aeropuertos internacionales.

Samuel Fouces descubrió el grado de Aeromecánica por casualidad. Con anterioridad a su paso por As Mercedes, este lucense ya destacaba en un taller de automoción, pero un oportuno aviso de su madre le llevó a apuntarse a la lista de aspirantes para acceder al grado de Aeromecánica. Este chivatazo familiar fue el eslabón que unió las piezas de una carrera que acaba de despegar.

Así, los acontecimientos delatan que para Rubén Martínez y Samuel Fouces el cielo no es el límite.