O Carqueixo, a pie y en guerra: "El bus es para todos, también para los gitanos"

Los chabolistas critican que las nuevas líneas y frecuencias les dejan todavía más marginados de lo que ya estaban
photo_camera Protestas por la línea de bus

Son ciudadanos que no existen viviendo en un lugar que no debería existir. Se trata, además, de usuarios para los que el autobús urbano es la única línea de vida que los une a la ciudad. Por eso los vecinos del poblado de O Carqueixo se han puesto en pie de guerra contra la reciente remodelación de los trayectos de bus, que aseguran que los aísla todavía más. "El bus es un servicio para todos, también para los gitanos. Tenemos derechos, no somos animales", denuncian.

Mujeres, hombres y jóvenes caminan en grupo por la carretera de A Fonsagrada en un peculiar manifestación. Es el trayecto que tienen que recorrer todos los días mientras coches y camiones les pasan rozando. "Yo tengo dos nietos que van al colegio da Ponte", lamenta a gritos una de las mujeres, de negro riguroso, "y desde que cambiaron las líneas los profesores me dicen que llegan tarde. Estoy pensando en no volver a llevarlos hasta que no pongan el bus de antes, porque me da miedo que un coche me los estropee en la rotonda".

Todos caminan lento, con dificultad por el calor y por el efecto de las mascarillas. La mujer de antes se levanta levemente el vestido para mostrar unos tobillos gruesos y abultados como troncos: "Y, además, tengo azúcar", informa después de haber regresado a O Carqueixo pasadas las cinco de la tarde, "porque ahora vas a las nueve de la mañana a la compra y no tengo manera de volver hasta estas horas".

El problema de las diez familias que siguen habitando el poblado chabolista es similar al que ya denunciaron otros vecinos del barrio, que han visto cómo las nuevas líneas cambian de lugar sus paradas anteriores porque el autobús ahora gira en la rotonda en dirección al Hula en lugar de recorrer los 2,5 kilómetros de antes (entre ida y vuelta). Sin embargo, en el caso de los chabolistas, según denuncian ellos, se agrava porque ya no llegan algunos buses tan cerca de la entrada del poblado, las horas y las frecuencias han cambiado y la línea de Bóveda "pasa" de ellos.

"La única que nos deja subir es la rubia, los otros conductores nos ven y no paran o nos dicen que no podemos entrar", asegura uno de los hombres, que también sufre el problema de las frecuencias: "He tenido que ir a firmar al juzgado esta mañana y cuando he salido he preguntado a la conductora y me ha dicho que el recorrido había cambiado y que tardaba más de tres cuartos de hora. Casi mejor venir andando".

Amenazan con dejar de llevar los niños al colegio ante el riesgo que supone caminar con ellos por la carretera

Otra mujer más joven que la anterior apoya las reclamaciones con argumentos más tremendos, "porque aquí hay muchas personas enfermas y es la única manera que tenemos para ir al Hula". No llaman a las ambulancias cuando hay una urgencia, dicen, porque tardan una o dos horas en llegar ya que tienen que esperar a las patrullas policiales que dan escolta a los sanitarios, "ellos sabrán por qué", así que muchas veces el autobús es para ellos su único transporte de urgencia.

Los fines de semana, indican, la cosa aún empeora, porque antes el bus llegaba hasta la entrada al poblado en varios servicios durante las mañanas y las primeras horas de la tarde y ahora, según ellos, no hay nada.

PROTESTA EN EL CONCELLO. En estas circunstancias, amenazan con ir al Concello a enfrentarse "contra la alcaldesa, que es la que manda, o los concejales", porque ellos "pueden subirse a un coche, alquilar uno o pagarse un taxi, pero nosotros solo podemos pagar los 64 céntimos del autobús".

Lo que reclaman es que repongan los servicios anteriores y que les faciliten paradas más cercanas que nos les obligan a pasar tanto riesgo caminando por la carretera. También proponen que, en su defecto, la línea rural que une el caso urbano con la parroquia de Bóveda atraviese el poblado "en lugar de desviarse por una pista" más arriba, o al menos que se ponga una parada de este autobús por la parte de atrás de O Carqueixo y lo puedan coger allí. "El autobús es para todos", insisten, "también para los gitanos". 

El Concello asegura que hay las mismas líneas y una nueva
El barrio de O Carqueixo se está convirtiendo en el epicentro de las quejas por la remodelación de las líneas urbanas. Las protestas por el traslado de las paradas las iniciaron un grupo de vecinos de la carretera de A Fonsagrada, a los que ahora se unen los habitantes del poblado chabolista.

Sin embargo, la concejalía de movilidad urbana, responsable de este servicio, respondía este martes que los problemas que plantean los chabolistas no deberían ser tal, "porque se mantienen las mismas líneas que había antes y además se une una nueva que lleva al Hula desde la rotonda". También niegan que se hayan modificado la frecuencia en sábados, domingos y festivos.

Sin vía al mercadillo. Otra de las lamentaciones de los habitantes de O Carqueixo es que ahora tampoco disponen de una conexión directa ni fácil con Frigsa, donde varios de ellos son habituales en el mercadillo que se organiza en el parque los martes y los viernes "para vender cuatro trapos".