El estudio que desarrolla el Laboratorio de Higiene, Inspección y Control Alimentario (Lhica), con sede en la facultad de Veterinaria y al que pertenece el investigador Carlos Franco, se lleva a cabo de manera conjunta en Argentina, Chile, Colombia y México y está financiado por el programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo (Cyted), con una partida de 400.000 euros.
¿Con qué objetivo se marcó este proyecto?
El objetivo es establecer unos biomarcadores que permitan prever qué personas van a tener diabetes en el futuro para poder empezar un tratamiento preventivo lo antes posible, es decir, no esperar a que las personas estén diagnosticadas.
Y para eso necesitan reclutar trescientas personas voluntarias, ¿no es así?
Sí, necesitamos reclutar gente que no esté diagnosticada de diabetes. Si ya está diagnosticada no nos valdría, porque la intención es precisamente buscar unos marcadores predictivos. Tienen que tener entre 45 y 70 años y ser de nacionalidad española.
¿Por qué razón se introduce el criterio de nacionalidad?
Porque se quiere ver si los biomarcadores también son válidos para los otros países participantes en el proyecto porque las poblaciones son distintas.
¿Distintas genéticamente?
Genéticamente y en cuanto a hábitos de consumo, que varían entre unos países en otros. En un sitio se puede comer más proteína, en otro más hidrato de carbono... y eso tiene una influencia importante.
¿A qué pruebas serán sometidos las personas voluntarias?
Se les hará una encuesta sobre hábitos alimentarios, se les harán algunas pruebas, como la resistencia a la glucosa, y se tomarán muestras de sangre y de heces. Esta parte es importante porque vamos a estudiar el efecto de la microbiota intestinal, que es algo bastante novedoso.
¿Hay investigaciones que relacionan la microbiota con la diabetes?
Sí, hay algunas, es lo más novedoso, sobre todo a efectos preventivos. Esa es una parte importante y hay otra parte que es que hay algunos marcadores genéticos que también se han señalado.
La microbiota empieza a verse como una esperanza en muchas enfermedades, ¿no es así? Cada vez más causas de patologías que, aparentemente, nada tienen que ver con el intestino se buscan ahí.
Sí, tiene una influencia muy grande en muchas cosas. Nosotros ya hemos trabajado en temas relacionados, sobre todo ver cómo influyen los aditivos en la microbiota.
¿Por cuánto tiempo deben comprometerse los participantes en el proyecto?
El proyecto dura tres años, pero cuando quieran pueden abandonarlo. La participación es voluntaria y no remunerada. No supone ningún riesgo ni se probará fármaco alguno, es solo para investigar esos biomarcadores. Durante tres años vamos a estar trabajando con los datos y en algún momento a lo mejor es necesario tomar alguna muestra más, pero eso es todo.
¿Este mismo proceso se está llevando a cabo simultáneamente en los otros países que participan?
Sí, aunque hay alguno que ya tienen hecho su reclutamiento y otros están en ello. Queremos incorporar alguno más, como Perú y Panamá, pero aún no está cerrado.
Darle un dimensión internacional a la investigación puede aportar resultados muy interesantes, ¿no?
El interés es ver si estos biomarcadores son los mismos y si se comportan de igual forma en todos los países porque los hábitos son distintos, la población es distinta y se podrá ver si es posible establecer planes de prevención a nivel hispanoamericano y si hay cuestiones conjuntas y comunes que se pueden establecer.
¿Qué tiene que hacer quien quiera participar en la investigación?
Llamar al teléfono 647344452 o escribir al correo electrónico [email protected].
¿Ya hay gente apuntada?
Sí, ya nos han escrito bastante personas y unas diez se han pasado por aquí.
Una de las cosas que se realizará a los participantes es el mapa del microbioma, ¿qué es?
Lo estudia la metagenómica y son los principales géneros de bacterias que tiene una persona a nivel intestinal.
¿Quienes participen en el estudio podrán llevarse el suyo propio?
Sí, los participantes recibirán los resultados de todas sus pruebas, incluido el mapa del microbioma, cuando estén disponibles y algunas de ellas son caras.
