Cáritas da juego a familias con un campamento para acoger 77 niñas y niños

El objetivo es facilitar la conciliación laboral a padres que no pueden atender a sus hijos ►No se pudo satisfacer la alta demanda de solicitudes por la falta de capacidad

Cáritas dio inicio el lunes a su XXIII Campamento Urbano, que reúne a 77 niños en las instalaciones del colegio María Auxiliadora de Lugo. El objetivo de la ONG es facilitar la conciliación a familias que, de otro modo, no tendría medio para llenar el ocio de sus hijos. El campamento, que está pensado para niños entre 8 y 13 años, finaliza el 28 de julio y cuenta con numerosas actividades para que los niños disfruten en verano.

Ana Veiga, que es la responsable del servicio de Infancia y Juventud de Cáritas de Lugo, asegura que es un campamento muy demandado y que no pudieron acoger a todos los niños que enviaron solicitud ya que no tenían cabida para más.

El motivo principal por el que surge este campamento es ofrecer a los padres la conciliación entre la familia y el trabajo, ya que muchos no disponen de medios para atender a sus hijos durante el verano.

Los niños aprenden a socializar, a compartir e incluso a desenvolverse mejor. En el campamento, según Veiga, desarrollan su capacidad de integración, ya que muchos llegan muy tímidos y se van mucho más abiertos a nuevas situaciones.

Este año el campamento está dedicado a la música. Todos los días hay actividades relacionadas con esta disciplina. Incluso hay un día en el que el folclore gallego será el protagonista para acercar a los participantes a la cultura local.

Las actividades que se realizan son integradoras y educativas. Todas se llevan a cabo en el colegio, excepto dos días que irán a la piscina de Frigsa y los tres días que tienen planeado ir a Laxe a disfrutar de la acampada y la playa.


Este año el campamento está dedicado a la música. Incluso hay un día en el que el folclore gallego será el protagonista


Para la atención de los menores, cuentan con un equipo de 24 monitores que son voluntarios que se formaron durante todo el año con Cáritas para poder ofrecer una mejor calidad de cuidado. Normalmente, el ratio es de diez menores por cada monitor, pero ellos cuentan con más voluntarios para que sea así una atención más personalizada.

El primer día tuvo como actividad principal la presentación y la enseñanza de las normas de convivencia. Además, realizaron divertidos juegos para empezarse a conocer. Alazne Lodeiro, la monitora coordinadora el pasado lunes, dice que fue "muy entretenido y caluroso". Ya fue monitora otros años y asegura ver a todos los niños "muy integrados".

También repite en el campamento Sara, que tiene 10 años y disfruta "de los juegos en los que hay que competir" ya que es una buena oportunidad para conocer a sus compañeros. Ya tiene amigos que conoció en la edición pasada, pero está "deseando conocer a toda la gente".

El 28 de julio finaliza este campamento que acerca a los niños la creatividad y la integración. Ese día celebrarán una fiesta con diferentes juegos y actuaciones, y según Veiga, es probable que dispongan de una máquina de espuma para una gran despedida.

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