Cáritas ayudó a más de dos mil lucenses en el confinamiento

Esta atención supuso un incremento del 40% con respecto al mismo periodo del año pasado
Fabiola Garcia visita Cáritas. XESÚS PONTE
photo_camera Fabiola Garcia visita Cáritas. XESÚS PONTE

La ayuda que prestan las entidades que combaten la pobreza y la exclusión social se ha hecho más necesaria que nunca durante la emergencia sanitaria causada por la Covid-19. Un ejemplo de esa labor altruista es Cáritas de Lugo, que presta sus servicios en la diócesis más extensa de España, pues abarca tres provincias y cuenta con 1.139 parroquias. Durante el confinamiento ayudó a más de 2.000 personas, lo que supuso un incremento del 40% con respecto al mismo periodo del año pasado, según aseguró ayer su secretaria general, Mónica Yáñez. A lo largo del estado de alarma también asesoró telefónicamente a más de 4.000 personas.

Unos 1400 usuarios se visten a lo largo del año en el ropero que tiene Cáritas Diocesana en la Avenida das Américas

Ese "duro traballo" que presta "ás persoas que máis o necesitan" fue destacado lunes por la conselleira de Política Social, Fabiola García, que, junto al director general de Inclusión Social, Arturo Parrado, visitó las dependencias que tiene Cáritas en la Avenida das Américas de la capital lucense. Se accede a ellas con cita previa y tras un control de temperatura. Es preciso desinfectar las manos con gel hidroalcohólico y llevar puesta mascarilla. En esas dependencias se encuentra el ropero. Cáritas Diocesana cuenta con otros dos en Monforte y Sarria. A lo largo del año viste a más de 1.400 usuarios.

Se nutre de las donaciones de particulares. Actualmente está bien servido. Los lucenses aprovecharon el confinamiento para cambiar el armario. "Cuando volvimos a abrir las puertas fue tremendo, había bolsas y bolsas  de ropa", recordaba el lunes su responsable, que apuntaba que debido a la situación sanitaria las prendas que reciben las tienen en cuarentena durante siete días. "Es como una tienda. Los usuarios cogen las prendas en función de las necesidades que tengan los miembros de la familia", explicaba durante la visita de Fabiola García su encargado, que destacaba que los miles de artículos de que disponen están en tan buen estado que "los podría poner cualquier persona". La ropa que no reúne los requisitos es recogida por una empresa coruñesa de reciclaje e inserción laboral.

Las prendas están repartidas en estanterías por tipo (camisas, pantalones, camisetas...), sexo y edad (de 0 a 3 años, de 3 a 6, de 7 a 14 años y adultos).

El calzado de caballero y la ropa de cama son los artículos de los que a veces no anda tan sobrado el ropero de Cáritas de Lugo.

Esta entidad de inclusión social está a la espera de que se puedan iniciar las obras de reforma en el antiguo palacio de Velarde, en la Praza de Santo Domingo, en donde se agruparán estas dependencias de la Avenida das Américas y las oficinas de la Rúa da Cruz.

Un programa con 44 años de vida

En su primera visita a Cáritas desde que ocupa el cargo, la conselleira de Política Social conoció de primera mano los diferentes programas de la entidad. El más veterano, que presta desde 1976, es el de infancia y juventud, dirigido a jóvenes de 8 a 18 años.

Algunos participantes se convierten después en monitores de tiempo libre que echan una mano en los campamentos urbanos que organiza. Este verano la situación sanitaria obliga a Cáritas a reducir el número de usuarios, 60 el de niños y 26 el de adolescentes.

Cáritas también lleva a cabo acciones para que los desfavorecidos puedan encontrar un puesto de trabajo. Así ofrece información y orientación laboral, formación y acompañamiento en la búsqueda de empleo.

Actualmente imparte un curso de operario de limpieza. Según apuntaba el responsable del programa de empleo, se trata de adecuar los perfiles de los demandantes a las actividades con más salida laboral (cocina,  atención domiciliaria, conductor de carretilla elevadora...), junto a los cursos de competencias clave.

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