La cara visible de la Policía Nacional en Lugo

Son los agentes que recorren día y noche la ciudad y los primeros que llegan cuando salta la alarma. La Brigada de Seguridad Ciudadana de la Policía Nacional de Lugo trabaja para restablecer el orden y prevenir hechos delictivos, un cometido que requiere mucho empeño y capacidad de reacción. Su labor en la pandemia afianzó su valía
Un momento de la reunión que celebra cada mañana la Brigada de Seguridad Ciudadana de Lugo. VICTORIA RODRÍGUEZ
photo_camera Un momento de la reunión que celebra cada mañana la Brigada de Seguridad Ciudadana de Lugo. VICTORIA RODRÍGUEZ

Forman un equipo diverso que trabaja con una finalidad común: Restablecer el orden y prevenir la comisión de delitos. Su nombre hace honor a sus cometidos, por lo que la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana del Cuerpo Nacional de Policía –compuesta por 110 funcionarios, que operan bajo el mando del inspector jefe Pablo Fernández López– tiene un objetivo claro: conseguir que en la capital reine la calma.

La brigada se compone de varias unidades, entre las que destaca el Grupo de Atención al Ciudadano (GAC), compuesto por 87 agentes y dirigido por el inspector Manuel Yanes Castro. Son los agentes más próximos al ciudadano, los que patrullan día y noche por todo el municipio y los primeros que intervienen cada vez que un lucense pide ayuda por la calle o requiere su presencia a través del 091.

Su trabajo se complementa con el que realiza el Grupo Operativo de Respuesta (GOR), con nueve agentes, encabezados por el inspector Hugo Saavedra Díaz, que realizan despliegues específicos -muchas veces de paisano- en función de las problemáticas del momento y de las demandas de la ciudadanía. A estos grupos se suman además la Unidad de Participación Ciudadana y la Unidad de Seguridad Privada, así como una secretaría (funcionaria de los cuerpos generales del Estado) que realiza un cometido fundamental para la brigada.

A diferencia de los grupos investigadores, los agentes de Seguridad Ciudadana pasan poco tiempo en comisaría, el justo para repasar la actualidad delictiva y organizar el trabajo. De hecho, sus buenos resultados en la calle no son fruto de la casualidad, sino de un minucioso trabajo de información y estrategia. "Todas las mañanas", explica el inspector jefe Pablo Fernández, "nos reunimos a primera hora para realizar el briefing (instrucciones). Exponemos los temas más relevantes, coordinamos nuestro trabajo con el de otros grupos, e informamos a los agentes del turno correspondiente acerca de las denuncias y los hechos delictivos recientes".

Presenciar esta reunión diaria llama la atención, ya que tanto el jefe de la brigada, como los responsables del GAC y del GOR, informan a los agentes de forma minuciosa. Se exponen fotografías y datos de sospechosos, se muestran mapas de la ciudad con las zonas más conflictivas del momento, se repasan las denuncias, se analizan las investigaciones en curso y se reparte la vigilancia de la ciudad entre los efectivos. Con toda esta información, los agentes salen a la calle con los deberes hechos, pero conscientes de que cada jornada es imprevisible.

"En cualquier llamada por un hurto o una pelea", señala el inspector jefe, "nunca sabes lo que te vas a encontrar y cómo va a derivar la intervención. Un incidente sencillo se puede convertir en una intervención complicada. Los agentes van a ciegas a cada llamada y tienen que resolver la situación y tomar decisiones en cuestión segundos. A veces tenemos que hacer de psicólogos, médicos o abogados".

La importancia de ir un paso por delante del delincuente


Uno de los cometidos más importantes de la brigada es la prevención. Tal y como explica el inspector jefe del GAC, Manuel Yanes, la presencia policial tiene un carácter disuasorio muy importante. "Estar en la calle, cerca del ciudadano, aporta sensación de seguridad, pero también disuade a los delincuentes. Nosotros, por ejemplo, hacemos muchos controles en las vías de entrada y salida de la ciudad, y eso frena la actuación de las bandas itinerantes en la capital. Es imposible cuantificar el volumen de delitos que logramos evitar, pero se evitan".

Y además de los controles, la vigilancia y los cacheos contribuyen a frustrar hechos delictivos. "El año pasado", apunta el jefe del GOR, Hugo Saavedra, "fueron intervenidos una docena de útiles para robos, como palanquetas o destornilladores. Si requisas estos efectos evitas incidentes, o al menos reduces las posibilidades de que se produzcan. Y lo mismo ocurre con las armas blancas". Los agentes también requisaron en 2021 diez efectos, como móviles o carteras, de origen ilícito, esclareciendo así varios delitos.

La satisfacción de ayudar a la gente y contribuir a salvar vidas


Prevenir robos o agresiones resulta gratificante, pero los agentes aseguran que la mayor satisfacción de su trabajo deriva de los servicios humanitarios. "Ayudamos a personas de avanzada edad por caídas en sus domicilios, localizamos a menores fugados y acudimos a tentativas de suicidio. Estos últimos casos", señala el inspector jefe Pablo Fernández, "siempre son complicados, pero por suerte, casi siempre conseguimos evitar un desenlace fatal. En una ocasión, los agentes lograron agarrar por las piernas a una joven que se lanzó desde la muralla. Le salvaron la vida en un segundo".

La brigada recuerda también otra actuación en la se acercaron a un turismo que circulaba tocando el claxon y comprobaron que llevaba a un bebé que no podía respirar, por lo que lo subieron al coche patrulla y llegaron al Hula a tiempo de reanimarlo. En ocasiones, los agentes también ejercen de sanitarios, como en varios casos que salvaron a ciudadanos de morir atragantados, o de psicólogos, como cuando una mujer los llamaba a menudo para decir que su vecina se había convertido en perro y que tenía miedo a que la atacara si salía de casa.

Pisar a diario la calle implica un trabajo duro, pero gratificante, y no exento de anécdotas. "Una vez robaron un camión de pollos y lo encontramos en un monte, en O Carqueixo. Lo sacamos de allí para llevarlo a un sitio accesible y al llegar a la sede policial nos dimos cuenta de que estábamos llenos de pulgas. Hubo que desinfectar toda una planta de comisaría. También tuvimos un reo habitual que cada vez que pasaba a disposición judicial se hacía sus necesidades encima para incomodar al juez. En una ocasión lo íbamos a trasladar y al final se retrasó y se quedó en el calabozo, por lo que tuvo que llamar a su familia para que le llevara ropa. A veces hay que tener mucha paciencia", concluyen.

Denunciadas el pasado año 1.927 infracciones de la medidas anticovid
Las restricciones derivadas de la pandemia pusieron a prueba a la Brigada de Seguridad Ciudadana, que se convirtió en garante de la salud pública y denunció el pasado año 1.927 infracciones por vulnerar medidas como el uso de la mascarilla o el toque de queda, entre otras. El jefe de la brigada se muestra "orgulloso" del trabajo de sus agentes en un momento complicado y destaca su implicación. "Al principio había mucho desconocimiento y los policías siguieron al pie del cañón, informando a los ciudadanos y velando por el cumplimiento de las normas. Había temor, pero les pudo la profesionalidad", apunta.

Asesoramiento
Las unidades de Seguridad Privada y Participación Ciudadana asesoran al personal de seguridad privada, así como a empresarios y sanitarios. También dan charlas en colegios y asociaciones. La brigada vela también por la seguridad en eventos deportivos y festejos, en colaboración con las policías Local y Autonómica, siempre bajo la coordinación y "con el apoyo incondicional" de la subdelegada del Gobierno.

36 DETENIDOS tras ser pillados in fraganti cometiendo robos y delitos contra la salud pública.

Realizaron 440 servicios humanitarios en 2021

No es una función policial propiamente dicha, pero la consideran parte fundamental de su trabajo. Los agentes de la Brigada de Seguridad Ciudadana de Lugo realizaron el pasado año un total de 440 servicios humanitarios, entre los que destacan los auxilios en tentativas de suicidio.

Más de 240 actas por posesión de drogas

La brigada lucense vela por evitar la posesión de sustancias estupefacientes en la vía pública y lucha contra su consumo. A lo largo de 2021, los agentes tramitaron 243 actas por posesión de drogas, fundamentalmente hachís y cocaína, aunque también heroína y sustancias sintéticas.

Incautados cerca de 70 cuchillos y navajas

Salir a la calle portando un arma augura peligro, por lo que las patrullas realizan multitud de cacheos para incautar cuchillos, navajas o cualquier otro objeto cortante o peligroso, susceptible de provocar un daño. En 2021, los agentes elaboraron 67 actas por posesión de armas blancas.

Más de 220 arrestos por robos, lesiones y abusos

La brigada detuvo el año pasado a 224 personas por delitos contra el patrimonio —como robos, estafas o hurtos— y delitos contra las personas, como malos tratos, lesiones o abusos sexuales. También hubo 56 arrestos por reclamaciones judiciales y 45 denunciados por delitos leves.

Comentarios