La cantera lucense de los partidos

Cinco jóvenes explican las razones por las que se afiliaron en los últimos meses a otras tantas formaciones políticas

De izquierda a derecha, Iván Fernández, Manuel Varela, Lorena Pérez, Carlos Rodríguez y Óscar Pita. SEBAS SENANDE
photo_camera De izquierda a derecha, Iván Fernández, Manuel Varela, Lorena Pérez, Carlos Rodríguez y Óscar Pita. SEBAS SENANDE

Cuando la política ha alcanzado los índices más bajos de popularidad, cinco jóvenes lucenses, a los que  esa mala imagen no les ha amedrentado, han dado un paso adelante en los últimos meses y se han afiliado en otras tantas formaciones. Son la cantera de los partidos. Tienen en común su compromiso ideológico y que no tienen aspiraciones políticas.

La más novel es Lorena Pérez Morán. Esta joven de 23 años y de Friol, que cursa Enxeñairía Agrícola e Agroalimentaria en Lugo, acaba de darse de alta en el PSdeGPSOE. Era un paso casi obligado porque llevaba años colaborando con la agrupación local.

En su decisión, según asegura, influyó, entre otras razones, ver "de primeira man" el trabajo y "o proxecto firme e serio para mellorar a política social" del secretario general socialista en la provincia, Álvaro Santos.

Frente al "desánimo" social por la política, a su juicio, debido "á crise e á corrupción", Lorena Pérez defiende que "hai que implicarse para cambiar as cousas".

Los nuevos afiliados lucenses tienen en común su compromiso ideológico y que carecen de aspiraciones políticas

Como Lorena Pérez, otro millenial, Iván Fernández Pernas, también de 23 años y que acaba de cursar un ciclo medio de FP de automoción en Ribadeo, se afilió en los últimos meses al PP porque "desde hai anos" colabora con la agrupación de su municipio, Alfoz, "en actos públicos e nas campañas electorais".

"A xente mírache doutra maneira como houbo moitos casos de corrupción. Non che afecta porque tes as túas ideas e cada un ten que defender a súa maneira de pensar", dice.

Iván Fernádez, que aplaude la decisión del PP de que "lle deran aos afiliados a oportunidade" de expresar en las primarias quién quiere que lidere el partido, reconoce la influencia que tuvo en su caso el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo. "Non nos quixo deixar e está aquí en Galicia moi ben con nós", asegura.

UNA VIVENCIA PERSONAL.  El deterioro cognitivo de su abuela le dio el último empujón para afiliarse —en su caso a Ciudadanos— a Manuel Varela Trigo, delegado comercial de Outeiro de Rei.

"No te preocupas de la política y a veces hasta te da igual quién te gobierne hasta que tienes un problema gordo. Cuando mi abuela cayó enferma, vi que la Ley de Dependencia es prácticamente nula. Te encuentras con que no tienes medios para tener una persona que la cuide. Eso te hace pensar que a los que te están gobernando no les preocupan las personas mayores", afirma Manuel Varela.

Este afiliado de Cs, de 44 años, precisa que entonces decidió "echar un cable" para "contribuir a cambiar esas cosas del día a día que son realmente importantes, no la macroeconomía".

Varela cree que la sociedad "está perdiendo la ilusión por la política porque siempre se ven las mismas caras y las promesas que hacen no llegan a nada". Optó por Ciudadanos, además de por su afinidad ideológica, porque es "un proyecto joven en Galicia, con personas como Olga Louzao que transmite ilusión".

También sus vivencias, en este caso profesionales, llevaron al ingeniero agrónomo Carlos Rodríguez Rodríguez a darse de alta en el BNG. "No ámbito laboral sempre ves cousas que son susceptibles de ser millorables e as decisións para facelo son políticas", afirma el director técnico de la Asociación de Criadores de Ovino e Caprino de Galicia (Ovica) y profesor de Economía Aplicada en la Escola Politécnica Superior de Lugo. Añade que ganaderos y alumnos le transmiten "a desilusión que hai no rural por moitas das situacións que están a vivir ".

Ante la corrupción que "condicionou a desvinculación da sociedade coa política", defiende que "todos deberíamos participar máis activamente nun partido, nun sindicato ou nunha asociación sen ánimo de lucro".

Carlos Rodríguez, de 39 años y que formó parte de Enxeñeiros sen Fronteiras, advierte de que la sociedad propicia que las nuevas generaciones sean "unha especie de zombis porque non se involucran en participar, colaborar, aportar ideas e trasladarllas aos gobernantes".

Los líderes nacionalistas también influyeron en su decisión. "O que me levou un pouco a dar ese paso é a confianza que me transmiten os dirixentes que están agora ao fronte do BNG, como Ana Pontón, Olalla Rodil ou Rubén Arroxo, que son supercomprometidos, competentes e profesionais", dice Carlos Rodríguez.

Un emigrante retornado, Óscar Pita Corbelle, de 35 años y natural de Castro de Rei, se acaba de inscribir en Lugonovo. Este técnico de mantenimiento decidió involucrarse en política a la vuelta de trabajar dos años y medio instalando parques eólicos en Panamá, Chile y Francia. Le convenció de esta formación que "as bases toman as decisións, dá participación aos simpatizantes e está preto dos movementos sociais, que ao final son para os que se fai a política".

Óscar Pita ha formado parte de asociaciones culturales y deportivas porque "sempre me interesou formar parte dalgún colectivo que axude a mellorar as cousas". Aunque apunta que "hai moita xente á que bota para atrás", considera que la participación en política "non é nada do que avergoñarse, nin sacar peito".

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