Un camino con demasiado peligro

El Concello insta a la Xunta a que arregle las ruta de los molinos del Mera y la Administración gallega insiste en que son terrenos privados y no puede actuar
En la imagen puede apreciarse el mal estado de algunos tramos del paseo de Os Muíños. EP
photo_camera En la imagen puede apreciarse el mal estado de algunos tramos del paseo de Os Muíños. EP
El paseo del Mera es, desde hace mucho, de alto riesgo. El mal estado de las pasarelas propicia los accidentes y las quejas de los usuarios son constantes.

Ese espacio es una de las zonas más espectaculares de Lugo para hacer senderismo, pero su deterioro ha dado lugar a accidentes y ahora vuelve a propiciar encontronazos políticos.

Así, el concejal de medio ambiente, Miguel Fernández, instó el lunes a la Xunta a intervenir lo antes posible en la parte de la ruta más dañada, también conocida como la de los molinos del Mera. El concejal sostuvo que el Gobierno gallego debe intervenir porque entiende que el paseo es de titularidad autonómica.

El responsable de medio ambiente apunta que este enclave es uno de los itinerarios rurales más emblemáticos del municipio y que se encuentra en uno pésimo estado de conservación.

Pero la Xunta volvió a insistir este lunes en que no puede actuar en ese espacio, ya que es de titularidad privada. Pertenece a la comunidad de montes de Orbazai, recordó, y por tanto la Xunta solo podría intervenir en caso de que los propietarios propusiesen un convenio de colaboración para arreglar las pasarelas, señaló.

La zona habilitada para el paseo lleva año deteriorándose y la situación no dejó de empeorar desde que en 2017 el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia dio la razón a cuatro propietarios de fincas de la zona y ordenó tirar 107 metros de la pasarela, que había instalado Medio Rural mediante un convenio con la comunidad de montes de la parroquia.

El tribunal ordenó tirar tramos contiguos al río, situados en zona de paso. El tribunal reconoció que era zona de servidumbre, pero sostuvo que eso no significaba que se pudiera ocupar el terreno privado con estructuras que de facto convertían el espacio en una ruta cicloturista. Entendía que se provocaba un impacto excesivo sobre un bien privado.

En tanto, más recientemente, a finales de 2020, la comunidad de montes ya indicó que no tenía intención de intervenir en las pasarelas, al entender que son públicas al estar en zona de servidumbre de paso. Aunque en su día la pasarela se construyó gracias a un convenio, los propietarios se consideran ahora desvinculados.

Tras toda esa maraña legal y de competencias indefinidas, el sendero es cada vez más peligroso.

En tanto, el edil Miguel Fernández insistió este lunes en que en el Mera debería actuar la Xunta, tal como el Concello lo ha hecho en las rutas de las que es titular, dijo.

Recordó, así, que el Ayuntamiento invirtió 7.555 euros en colocar 1.576 metros de malla para evitar los resbalones en las pasarelas de madera de los senderos que son competencia de la administración local.

Estos trabajos, recordó el edil socialista, se coordinaron con las labores de mantenimiento y limpieza habituales, programados durante todo el año con el fin de ofrecer a la ciudadanía un entorno atractivo pero también seguro.

El área de medio Ambiente afirma que se actuó en las puentes de la ruta de Ombreiro al completo; en el puente existente antes de la estación depuradora de aguas, en el sendero del río Miño; y también en la ruta del Mera, hasta llegar al molino de Abelleira,

Miguel Fernández insiste en que no se ha podido actuar en otros puntos afectados por la falta de mantenimiento ya que "o resto do tramo pertenence á Xunta".

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