Callos para todos los gustos en Lugo

El restaurante lucense A Rotonda celebra unas jornadas dedicadas a los callos, entre cuyas recetas destaca la que los mezcla con tortilla

Restaurante A Rotonda. XESÚS PONTE
photo_camera Restaurante A Rotonda. XESÚS PONTE

El restaurante A Rotonda tiene fama como pulpería, así como por su arroz con bogavante y por las elaboraciones de caza, especialmente los crépes de perdiz con crema de trufa. Sin embargo, hasta mediados del mes de febrero rendirá homenaje a otro de sus platos de referencia, los callos, que son habituales los jueves y también se sirven en la madrugada de Año Nuevo para quienes no quieran irse a la cama con el estómago vacío. 

Los comensales que acudan a estas jornadas no solo disfrutarán de los callos a la gallega, sino que podrán degustar callos a la madrileña, un plato apropiado al que le gusten los callos en solitario, sin garbanzo. Otra de las recetas son los callos con fabas de Lourenzá, una leguminosa con textura que adquiere un sabor especial. Pero, sin duda, la receta que más llama la atención son los callos con tortilla. Este plato incluye una tortilla española poco hecha, pero sin llegar a tener el huevo líquido, cuyo tamaño se adapta al tamaño de la cazuela en la que se acostumbran a servir los callos. Estos se echan con su salsa sobre la tortilla para lograr una interesante combinación. Ese jugo meloso, ese sabor contundente que no deja indiferente a nadie hace realmente apetitosa esta propuesta. Son muchos los comensales que optan por pedir medias raciones con el fin de probar varias recetas de callos, mientras otros se decantan por pedir un pescado de segundo. 

La calidad de los callos de A Rotonda se basa en gran medida en la especialización de su cocinero en la elaboración de este plato. Este chef trabajó durante años en el restaurante Verruga, donde aprendió la receta de los famosos callos de doña Emilia y ahora aplica este saber hacer en las jornadas que dedica A Rotonda a este producto desde hace seis años. 

A la hora de elegir postre, uno de los más originales y recomendables son las filloas fritas rellenas de crema y flambeadas con licor de pacharán. La milhoja casera de nata y crema es otra opción interesante. 

Ante platos tan contundentes, y en pleno invierno, es aconsejable probar un vino tinto de las múltiples opciones que están a la vista de la clientela en la vinoteca acristalada que se ubica en uno de los comedores. Este restaurante no abre por las noches de lunes a jueves.

De interés
Dirección: Avenida da Coruña, 435, en Lugo.
Teléfono: 982.20.40.57.
Precio medio: La degustación de callos cuesta de 20 a 35 euros, en función de la bodega.
Estilo de cocina: Tradicional.

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