La calle reclama civismo en Lugo

La comisión de quejas municipal recibe alertas por problemas como los conductores que se saltan semáforos en Aceña de Olga
El tráfico en Aceña de Olga motiva quejas. AÍDA SOENGAS (AEP)
photo_camera El tráfico en Aceña de Olga motiva quejas. AÍDA SOENGAS (AEP)

Los lucenses claman por una ciudad más cívica. Los servicios públicos preocupan a los ciudadanos y generan reclamaciones, pero entre los asuntos que llegan a la comisión de quejas municipal llama sobre todo la atención el malestar de muchos vecinos por la falta de vigilancia de comportamientos que generan situaciones de peligro o molestias. 

El último informe de esa comisión recoge, por ejemplo, el escrito, entre asombrado e indignado, de un vecino de Aceña de Olga que alerta de la presencia constante de conductores que se saltan los semáforos en ese barrio. 

Da cuenta de muchos de los cruces en los que se repiten esos comportamientos y del hecho de que muchos de los infractores se saltan los semáforos cuando llevan niños a bordo, de modo que se está perpetuando la mala educación, advierte. 

Los aparcamientos indebidos, que también generan con frecuencia situaciones de riesgo y que son habituales ante colegios o supermercados, también motivan quejas ante el Concello de ciudadanos que piden más policía. 

Vigilancia para asegurar un mínimo de civismo piden también, de nuevo, en la Praza Parga Cerezo. Las quejas entre los residentes en esa zona de la ciudad se han vuelto habituales y ahora un vecino se dirigió al Concello para advertir de las molestias fiestas que suelen organizarse en la plaza los jueves, viernes y fines de semana, con jóvenes bebiendo, consumiendo drogas, poniendo música y gritando, advierte.

La impuntualidad de los autobuses municipales vuelve a motivar reclamaciones de viajeros, que piden fiabilidad

A las molestias nocturnas por esas concentraciones se une el estado en el que queda la plaza, con un parque infantil que los niños de la zona han tenido con frecuencia que dejar de utilizar porque es un vertedero, algo para lo que se piden soluciones municipales. 

Paralelamente, los lucenses siguen reclamando servicios públicos más eficaces. Y en ese campo, muchas de las reclamaciones que llegan siguen centradas en la calidad del transporte público. 

Los retrasos con los que circulan algunas líneas vuelven a motivar reclamaciones de usuarios, que defienden la necesidad de que ese servicio sea fiable en cuanto a los horarios. Pero en el último informe municipal vuelven a aparecer también quejas por la forma de conducir de algún chófer o por el hecho de que no se arrimase el vehículo a la acera cuando una persona tenía que subir al bus con un cochecito de bebé. 

Y en un balance de quejas ante el Concello tampoco faltan, una vez más, las referentes a la actuación de los gorrillas, ante los que los conductores lucenses siguen sintiéndose extorsionados.