Calendarios para cumplir objetivos

Llega el fin de año y es la hora de tirar el viejo calendario y comprar uno nuevo. Asociaciones y colectivos de la ciudad se animan a crear el suyo propio por diferentes razones y con distintos estilos

Padres de alumnos del CEIP Albeiros posan en el colegio
photo_camera Padres de alumnos del CEIP Albeiros posan en el colegio. XESÚS PONTE

Existen señales de que el año está llegando a su fin. Las noches se vuelven más largas, la niebla transforma a Lugo en un lugar misterioso y comienzan a llegar calendarios de todas partes. Las empresas ofrecen los suyos y las instituciones también, un tipo de publicidad bastante útil. Para otros grupos la llegada de un año nuevo es el momento perfecto para promocionar sus actividades o financiarlas en el futuro. Es el caso de los alumnos de sexto de primaria del CEIP Albeiros y las asociaciones Raiolas, Adace y Ateibo, que se suman a otros muchos grupos con esta iniciativa.

Es el primer año que Adace, que trabaja con personas con daño cerebral adquirido, se anima a realizar un calendario. "Llevábamos bastantes años con la idea del calendario", explica Iria Abel, directora de la asociación. Veían que muchas otras asociaciones como Alume realizaban los suyos para recaudar fondos. Su primer plan era hacerlo con equipos de fútbol, "lo típico", pero decidieron ser los protagonistas del calendario.

Por eso mismo el almanaque muestra las distintas actividades lúdicas que realiza la asociación como la fiesta de Carnaval o la salida de Arde Lucus, nada que tenga que ver con la labor rehabilitadora de la asociación. "Para que la gente y otras personas afectadas vean que pueden disfrutar del ocio como los demás", justifica la directora de la asociación.

Es la primera vez que Adace se lanza a hacer un calendario, las ventas están siendo regulares, pero los usuarios adoran el proyecto

Las familias y los usuarios se han sumado al proyecto con ilusión. "Les encanta", comenta Abel, que añade que les ha gustado ser los "protas". La venta hasta ahora ha sido regular, pero Abel lo achaca a la cantidad de calendarios que suelen aparecer en estas fechas. "De momento no descartamos repetirlo", anuncia la directora, pero todo dependerá del balance que hagan en enero.

ALBEIROS. Los padres de los alumnos de sexto de primaria del colegio Albeiros impulsaron crear un calendario. Su objetivo es conseguir que todos los interesados puedan realizar el viaje de final de curso a Cantabria, aunque carezcan de recursos para hacerlo, unos 22 niños. Progenitores como Ana Vázquez han sido los encargados también de organizar esta excursión al margen del colegio.

Consiguieron los permisos para poder sacar fotografías en el colegio, una tarea que realizó otro de los padres, Nancy Rivera, aficionada a la fotografía. Pudieron tomar imágenes de todos los cursos desde infantil a sexto de primaria para llenar los 12 meses del año.

La venta ha sido mucho mejor de lo esperado y ya no queda casi nada. "Pensábamos venderlo en la fiesta de Navidad", recuerda Vázquez, pero no cree vayan a llegar muchos ejemplares. La tirada fue de 500 calendarios, pero las familias se han lanzado a comprarlos.

La asociación juvenil Ateibo recopila todos los años fotografías de sus actividades del curso anterior. Esta entidad asociada a los salesianos organiza actividades de tiempo libre para jóvenes de todas las edades. Por este motivo utilizan el calendario como una "carta de presentación" y la regalan.

Esta práctica tiene como fin que los jóvenes vean las actividades y deseen formar parte de Ateibo. "Cada año vemos que hay un número mayor de niños que quieren participar", explica la coordinadora, Beatriz Dosío, lo que demuestra que esta técnica tiene éxito.

Raiolas ya es toda una veterana en hacer calendarios con el fin de recaudar fondos. La asociación trabaja con jóvenes con Trastornos del Espectro Autista (Tea) realizó su primer calendario hace años y ha comprobado que tiene resultados. La asociación acostumbra a contar con equipos de primera división o incluso medallistas olímpicos que se animan a colaborar. "Los protagonistas son los niños", destaca Inés Flores, presidenta de la entidad. Para algunos es la oportunidad de conocer a sus "ídolos", ya que suelen ser aficionados al deporte.

La experiencia resulta buena para los chicos como práctica de socialización. La dificultad es que "a las personas con autismo no les suele gustar sacar fotos", reconoce Flores. Resulta terapéutico porque aprenden a pasar todo el proceso.

Este año la recaudación es muy importante, ya que el objetivo es poder financiar la reforma del nuevo local. Un reto bastante grande. Lo normal es que obtengan 3.000 euros con la venta de calendarios. "Para nosotros es mucho", dice convencida la presidenta.

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