Calefacción Iglesias, la empresa más antigua del sector en Lugo, cierra tras 78 años de actividad y una historia pionera, que incluyó la instalación de algunas de las primeras grandes instalaciones de calefacción en Lugo.
La empresa nació en 1943, en una de aquellas casas adosadas a la muralla que hace ahora medio siglo que fueron demolidas. En sus orígenes era "una fontanería humilde y familiar", que fundó cargado de "sueños y esperanza" Antonio Iglesias Muñoz, rememoraba este miércoles Antonio Rodríguez Pardo, su actual propietario.
El aire familiar se mantuvo, pero la empresa fue creciendo y acabó instalándose en la calle Río Navia, reseñaba Rodríguez Pardo, que se incorporó a la firma como encargado en 1974 y asumió la propiedad en 1994. Ahora echa el cierre porque él ya está jubilado y no hay continuidad familiar. Su hija estuvo al frente de la firma los últimos años, pero descarta seguir, contaba.
Eso supone que "toda esta aventura que empezó como un pequeño sueño en 1943 termina en diciembre de 2021", dice Rodríguez Pardo, que se despide con el orgullo de haber estado al frente de una empresa muy importante en Lugo, que en sus mejores años, antes del estallido de la crisis de 2008, llegó a tener unos cuarenta trabajadores.
El actual propietario recuerda que el negocio se centraba al principio en la fontanería, porque en Lugo no había prácticamente calefacciones en los años 40. "De las primeras debió ser la del Círculo de las Artes y la hizo una empresa de fuera", contaba.
Luego se fue generalizando la calefacción e Iglesias instaló cientos. Trabajó con las grandes empresas de la construcción en la ciudad y también instaló muchas para edificios públicos.
El empresario estima que la empresa instaló los sistemas de calefacción de al menos el 70% de los colegios y centros educativos de la provincia.
De las calefacciones más antiguas que se montaron en viviendas, de carbón o leña, hay algunas que todavía funcionan en la ciudad, apunta. Tras aquellas primeras llegaron los sistemas de fuel, que tenían tanques "de gran resistencia", recordaba.
La historia de la empresa fue larga y fructífera y ello fue posible a clientes y trabajadores, decía este miércoles agradecido el propietario, que contaba que lo más difícil llegó tras el cambio de siglo, cuando la crisis económica se cebó con la construcción.