Family Cash pagará entre ocho y doce millones de euros por Abella

La firma valenciana se creó en 2013, pero cuenta ya con 35 tiendas y 4.500 empleados
Centro comercial Abella. XESÚS PONTE
photo_camera Centro comercial Abella. XESÚS PONTE

Fuentes inmobiliarias dan por hecha la venta del centro comercial Abella. La inmobiliaria Aliseda habría cerrado la operación con un empresario valenciano, que habría pagado entre ocho y doce millones por el complejo lucense, cerrado al público desde 2019 pero que, de facto, estaba prácticamente sin actividad ya desde 2017.

La compradora sería, según Europa Press, Family Cash, una compañía de distribución valenciana, presidida por José Canet, que está creciendo como la espuma en los últimos años.

La cadena valenciana se creó en 2013, pero cuenta ya con 35 tiendas y 4.500 trabajadores. Se ha ido expandiendo por todo el territorio nacional, especialmente en las regiones del este, centro y sur peninsular, pero de momento no contaba con presencia en Galicia. 

La firma, cuyo negocio se centra en la alimentación y los productos de bazar, no solo ha crecido exponencialmente, sino que en este momento tiene en ejecución un proyecto de inversiones de 60 millones para seguir ampliando su negocio, centrada en la apuesta por los precios competitivos.

La operación de venta del centro comercial Abella, que se daba ya casi por hecha desde el pasado noviembre, permitiría dar solución al desafío que supone el enorme complejo comercial de Abella, con una superficie de 37.500 metros cuadrados construidos, de los que 10.000 los ocupa el supermercado de la planta baja que inicialmente había explotado la firma francesa E. Leclerc.

La venta supondría, por otra parte, prácticamente una liquidación del inmueble, ya que su construcción tuvo un coste de 89 millones de euros.

El centro comercial, promovido por la firma Construcciones Abuín, se abrió en noviembre de 2015, pero nunca acabó de despegar y su declive fue acelerado. Finalmente, el problema por la falta de licencias hizo que en 2017 ya cerrarán todos los locales de la planta de hostelería y que el centro se viera condenado y la empresa promotora acabara en concurso de acreedores.

De barrio difícil a zona con servicios
El centro comercial Abella abrió en un mal momento para el barrio en el que se ubica, ya que está muy cerca del antiguo hospital Xeral, pero la superficie comercial abrió cuando las instalaciones hospitalarias ya se habían trasladado al Hula.

Ahora, por contra, el barrio está en fase de reconstrucción, dado que la Xunta promueve allí un nuevo complejo sociosanitario que incluye el nuevo PAC de la ciudad, un centro de salud o una residencia de mayores. Allí estarán también los servicios de empleo de Lugo.

La situación del centro inquietaba al Concello, que temía que el edificio se acabara convirtiendo en un foco de problemas, por lo que la alcaldía se había interesado ante Aliseda por las posibles salidas para el complejo.

Comentarios