Dos de cada diez casos de abusos sexuales a menores atendidos por la Fundación Meniños en lo que va de este año son de niños y jóvenes de la provincia de Lugo. En total, este colectivo –que puso en marcha un programa de intervención psicológica hace cuatro años– atendió, en el primer semestre, a 11 menores lucenses, que suponen el 18 por ciento del total de casos derivados de toda Galicia.
El mayor número de consultas sobre abusos sexuales a menores en Galicia procede, actualmente, de A Coruña, donde Meniños atendió este año 22 casos. Le sigue Pontevedra, con 15; Lugo, con 11; Vigo, con 8 y Ourense, con 5.
PERFILES. En la mayoría de las situaciones, se trata de casos de abusos sexuales intrafamiliares, "moitas veces cometidos polos parentes máis achegados", afirma la directora técnica del centro de psicoterapia Meniños, Xema Cabana.
El perfil medio de las víctimas se corresponde con una joven de 13 a 14 años, aunque pasan por consulta desde niños de tan solo 3 años hasta jóvenes de 17. En la mayoría de los casos atendidos por Meniños, las víctimas son de sexo femenino (el 74 por ciento) frente a solo un 26 por ciento de víctimas masculinas.
El 74 por ciento de las víctimas son mujeres
Durante este primer semestre de 2021, Meniños atendió 61 casos de abusos sexuales a menores. En julio y lo que va de agosto, suman ya 70. El año pasado se cerró con 81 casos de abuso sexual a menores atendidos en toda Galicia.
"Van aumentando os casos que vemos en todas as provincias e de forma expoñencial desde que se puxo en marcha este programa en 2017. Tamén en Lugo, subiron os casos aínda que aí o programa leva só dous anos. Agora mesmo, temos incluso casos por atender na lista de agarda. Isto significa que hai un aumento de demanda dos nosos servizos pero non quere dicir que houbese máis abusos. Nós sabemos só dos que nos chegan solicitando axuda psicolóxica", comenta Xema Cabana.
Las víctimas de abusos sexuales que acuden a Meniños son derivadas por otros servicios como Protección a Menores, los juzgados o los servicios sanitarios.
El programa de intervención de Meniños incluye sesiones que pueden ser tanto individuales como familiares. Las víctimas son atendidas por profesionales con formación específica en la atención a víctimas de abuso sexual infantil y sus cuidadores.
La finalidad de la intervención es la reparación del daño sufrido por las víctimas así como la creación de un contexto seguro y la prevención de nuevas situaciones traumáticas promoviendo también la recuperación del bienestar psicológico de la víctima.
El programa tiene como destinatarios a menores con desajustes emocionales y conducturales como consecuencia de los abusos. "As secuelas poden ser máis ou menos grandes. Cando chegan á consulta, os rapaces traen desde problemas para durmir, hipersexualidade, inestabilidade emocional e, mesmo, tamén puideron sufrir autolesións ou intentos de suicidio", explica Xema Cabana.
ACTUACIÓN. La reacción de la familia del menor ante un caso de abuso es fundamental a la hora de su recuperación del trauma. "É moi diferente que teña unha familia protectora que valide o que pasou e teña unha resposta emocional de coidado a que o abuso se cometa na propia familia, non haxa resposta desta e que mesmo pase moito tempo ata que o menor pida axuda", comenta.
Las secuelas de los abusos pueden ir desapareciendo con el tratamiento psicológico hasta el punto de poder adaptar la víctima su vida a estas circunstancias. Sin embargo, de alguna manera, Cabana cree que estos episodios quedan grabados en la retina de quien los sufre. "É algo que marca de por vida, aínda que consigan adaptarse e vivir con este trauma. De feito, moitos pode ser que necesiten axuda máis adiante", dice.
Además de a las víctimas, Meniños también presta atención a familiares no agresores y a cuidadores junto a profesionales de los equipos técnicos del menor, trabajadores de centros de acogida, educadores sociales, trabajadores sociales, pediatras o profesores.
Víctimas. Dentro de los 20 casos de delitos sexuales contra menores registrados en 2019 en Lugo, 11 son de jóvenes entre 14 y 17 años y 9, de niños de 0 a 13.
En la mayoría de los casos las víctimas son mujeres. Así en la franja de 14 a 17años, 9 de las víctimas son del género femenino —de las que 8 sufrieron abusos y 1, una agresión sexual con penetración— y 2, del masculino, víctimas de un abuso y una agresión sexual.
Entre los menores de 14 años, hubo 7 mujeres —5 de las cuales sufrieron abusos; 1, agresión sexual y otra, agresión con penetración— y 2 hombres, víctimas de sendos abusos sexuales.
