Los hosteleros de Lugo, en busca de caldero y pulpeiro

Numerosos empresarios de la capital lucense han manifiestado su intención de sumarse el mes que viene a la tradición gastronómica del San Froilán
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photo_camera Los caldeiros en el ferial del San Froilán. AEP

Las contenidas fiestas de San Froilán de este año no tendrán casetas del pulpo, pero sí calderos. No serán cuatro, ni estarán en las cuestas del parque Rosalía de Castro, sino que serán, a priori, decenas y se ubicarán por toda la ciudad, bajo la supervisión de la Policía Local.

En principio, son muchos los hosteleros que están dispuestos a recoger el guante lanzado por el Concello de Lugo, tras la propuesta de la Asociación de Hostelería, para mantener vivo el atractivo gastronómico de las patronales lucenses. Algunos se agruparán para servir este plato en sus establecimientos. El problema con el que se pueden encontrar es si habrá calderos y pulpeiros para atender tanta demanda.

Los empresarios que instalaron caseta en los últimos años en el recinto ferial, que en esta edición tendrían que renovar la adjudicación, habilitarán espacios en sus locales para continuar con la tradición durante el mes que viene.

Ana Núñez, de Torre de Núñez, que llevaba unos tres lustros acudiendo al ferial, explicaba que desde que reabrieron el hotel en junio, tras casi tres meses cerrado, tienen habilitada una amplia terraza, que dispone de estufas y grandes paraguas, en la que instalarán un caldero.

"Es algo tradicional, muy típico en nuestra ciudad y se debe de hacer en esta nueva normalidad, con la cautela que exigen los tiempos", afirmaba este jueves esta empresaria lucense.

"Se trata de que los clientes se sientan cómodos y extremar las medidas de seguridad", añadía Ana Núñez, que advertía de que "no podemos pretender hacer como en las casetas, que son únicas en España".

Juan Pazó de Aurora do Carballiño, que es la decana de las casetas del ferial, señalaba que han solicitado autorización al Concello para poder instalar una terraza y un caldero delante de su pulpería, en la Praza da Constitución, para intentar capear "un año que ni es bueno y que vamos tirando como podemos", precisaba.

Los hosteleros tienen que presentar un plano con la ubicación del caldero y las mesas y lo supervisará la Policía Local

El benjamín de las casetas, el restaurante Nadela, con un par de años de experiencia en el ferial, creará "unha gran pulpería ao aire libre nunha finca de 15.000 metros para manter as distancias e poder recrear a tradición do polbo á feira". Así lo adelantaba hace unos días su gerente, Nacho Rodríguez.

Quien por ahora no ha deshojado la margarita de lo que hará en San Froilán, fiesta reconvertida este año en una semana cultural, es Ramiro López, de La Palloza, según aseguraba este jueves.

SINERGIAS. Hay hosteleros que han decidido ir de la mano en esta ocasión. Es el caso de los de Campo Castelo, en donde habrá al menos dos calderos. El Castillo y O Camiño instalarán uno y el otro lo compartirán Chuche, Vitato, Parada 33, O Figón, Ho! Gruf y Bar Manolo. En ambos casos funcionarán del 1 al 15 de octubre y el resto del mes lo servirán de jueves a domingo. Los clientes comprarán el pulpo en el puesto y después lo degustarán en las terrazas o en el interior de los locales.

Elías Vázquez, de Chuche y Vitato, explicaba que pretenden dar así continuidad al "alivio" que han supuesto durante el verano las terrazas para mantener a flote sus negocios.

Los calderos se repartirán por los cuatro costados de la ciudad. En Fontiñas podrían repetir, como en otros años, Los Ropers y O Capricho. En Recatelo, el bar del mismo nombre y el Manger. En A Milagrosa algún hostelero de la peatonal Rúa Divina Pastora se ha puesto manos a la obra y en Augas Férreas al menos la Cook va a dar ese paso adelante, según daba a conocer su propietario, Suso Díaz.

"Es una buena iniciativa. Nos ayudará a facturar más", explica este hostelero, que, si se mantienen los límites actuales, solo podría servir el pulpo en terraza, ya que su local es de ocio nocturno.