Lugo sigue la estela del resto de Galicia y del país en cuanto a la quinta ola, a la que ya se conoce como la "ola joven". A los casos entre adolescentes que se habían detectado la pasada semana relacionados con los viajes de fin de curso se ha sumado un nuevo brote en la ciudad que también tiene su origen entre los jóvenes. Al menos una decena de ellos han dado positivo y se teme que los cribados arrojen nuevos casos.
El brote está ligado a la apertura del ocio nocturno, según confirmaron fuentes oficiales. Los contagios se habrían producido en su mayoría durante el pasado fin de semana entre los clientes de dos locales del centro de la ciudad que figuran entre los más populares de los jóvenes lucenses.
Sanidade ya ha reclamado los listados de clientes que tienen obligación de llevar los locales y ha iniciado el cribado de todos ellos, por lo que parece probable que en los próximos días este foco de contagio sume más afectados.
De momento, todos los ya localizados más sus contactos directos y muchos de sus familiares han sido confinados, lo que está afectando también a padres y hermanos adultos que no pueden acudir a trabajar. Se da la circunstancia de que no pocos de los chavales que se han visto afectados se tendrán que someter a un segunda prueba PCR en pocos días, puesto que ya han tenido que pasar el cribado que se está realizando entre todos los alumnos de primero y segundo de Bac de la ciudad a causa de los casos derivados de los brotes de los viajes de estudio a Mallorca y a Gandía. Este miércoles estaban llamados alrededor de mil jóvenes para ese cribado, si bien solo acudieron alrededor de 800 por distintas causas.
DESMAYOS. Por otro lado, los sanitarios encargados de la campaña de vacunación en el Hula se están encontrando con un llamativo aumento de los casos de personas que sufren pequeños efectos secundarios, como pérdidas leves de consciencia o desmayos, al recibir la vacuna.
Pese a no conceder mayor importancia a estas reacciones, sí que entre esos sanitarios causa cierta sorpresa que sea precisamente cuando más bajan las edades de los vacunados –en estos momentos se está vacunando inmunizando en Lugo a la población en torno a los 35 años— y mejor estado de salud presentan cuando se están incrementando estos efectos adversos.
