Brais del Olmo: "Quiero ayudar a niños con TDAH"

Este joven con Trastorno por el Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH) sueña con ser profesor, consciente de la dificultad que supone estudiar y de las trabas que ponen ciertos docentes que no están sensibilizados. La asociación Bule Bule ha sido clave en su crecimiento y una vía de desahogo para su madre, Flor del Olmo
Brais del Olmo. ARCHIVO
photo_camera Brais del Olmo. ARCHIVO

Cuando era un niño de tan solo siete años, Brais del Olmo fue diagnosticado con Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH). Ahora que ya es mayor de edad, su objetivo es estudiar Magisterio y convertirse en profesor para poder ayudar a aquellos niños que tienen TDAH en su difícil etapa escolar.

"Una maestra de primaria le dijo a mi madre que creía que podría llegar a ser hiperactivo, por lo que decidimos ir al psiquiatra para comprobarlo y ahí me diagnosticaron que tenía TDAH", recuerda Brais. Su madre, Flor del Olmo, apunta que su hijo no presenta una hiperactividad, que no le permita estar quieto, sino que tiene déficit de atención.

En el día a día de Brais, el TDAH le afecta principalmente a la hora de estudiar. "Tengo que pasar más horas para memorizar y de lo que se explica en clase me entero de la mitad a diferencia de mis compañeros", explica el joven.

Así, apunta que otra característica del trastorno es que "no puedes estar en un mismo sitio por la necesidad de moverse constantemente". Además, Flor cuenta que a una persona con TDAH le cuesta recibir más de una orden a la vez, ya que no presta atención si no le interesa y es más impulsiva. "Si tiene un vaso en frente con agua y quiere coger algo que está detrás, lo tira", ilustra Flor sobre un comportamiento que Brais hace a raíz de un impulso.

Colegios 

Madre e hijo coinciden en destacar que en la etapa de escolar es donde más se notan las limitaciones que ocasiona el trastorno. Actualmente existe un protocolo TDAH de Educación con el que, según explica Flor, la mayoría de profesores no cumplen, pero que se les puede exigir. "El niño TDAH debe sentarse delante en clase, disponer de más tiempo para los exámenes y el profesor debería, a la vez que explica, darle un toque para evitar que se disperse", resume la primogénita sobre algunas medidas del protocolo y Brais destaca la importancia de tener paciencia.

"Conmigo no se ha cumplido este protocolo, ni en primaria ni en secundaria, con excepción de algunos profesores", asegura el protagonista. La insistencia y lucha de su madre han sido clave, que expresa: "Hay profesores que empiezan a sensibilizarse, pero todavía queda mucho por hacer, ya que no tienen apenas formación para tratar a niños con TDAH". A la hora de estudiar, Flor siempre le aconseja tener la mesa de estudio despejada solo con los apuntes para que no se desconcentre.

Este año, el confinamiento le afectó ya que, tal y como recuerda, al estar en casa tenía muchas más distracciones que en clase y como el profesor no lo veía, no lo volvía a integrar en la clase para seguir el ritmo". Pese a las complicaciones, ha pasado primaria, secundaria y bachillerato sin repetir ni un solo curso. "Para un TDAH es todo un logro", comenta Flor.

Desde siempre tuvo claro que quería ser profesor con la finalidad de que su experiencia sirva para "dar clase intentando cambiar lo que han hecho conmigo y aplicando los protocolos que a mi no me brindaron". Además, es amante del fútbol y reconoce que el deporte le ha ayudado mucho. "Contribuía a soltar adrenalina", añade su madre.

Tratamiento

"Pasé una semana llorando al saber que tenía que medicar a mi hijo de siete años", cuenta Flor al echar la vista atrás. Hoy en día, Brais es autónomo y decide cuando necesita tomar la medicación porque hace que pueda "estar más tranquilo, relajado, a no estar inquieto en clase y a concentrarme".

Flor cuenta que existen muchos tabús alrededor de los efectos de las pastillas, pero que la única contraindicación es que quita el apetito. En el caso de su hijo, al tomarlas por la mañana, al mediodía, apenas come y hasta las 18.30 horas de la tarde no se le pasa el efecto de la pastilla.

Apoyo

La asociación lucense de TDAH, Bule Bule ha sido clave en el crecimiento de Brais y una vía de desahogo para su madre cuando sus caminos se unieron en 2009. "La psiquiatra, una vez le diagnosticaron el trastorno, me habló de Bule Bule", relata Flor que, inmediatamente, llamó a la asociación desesperada en busca de asesoramiento.

"La gente de la calle me decía muchas cosas, nada que ver con lo que expresaban aquellas personas que vivían la misma situación que yo", recuerda. Bule Bule ayudó a esta familia en todos los sentidos, a través de reuniones con los padres, talleres para los niños, charlas y conferencias con profesionales que conocen el TDAH.

Para Brais acudir a los talleres de Bule Bule fue primordial para expresar lo que sentía, compartir con otros niños sus inquietudes y aprender a cómo estudiar. Así, Flor hace hincapié en que otro problema ocasionado por el TDAH es el rechazo social por parte de otros niños, aunque este no haya sido el caso de su hijo.

A aquellas personas recién diagnosticadas con el trastorno, Brais les dice: "No es grave, les recomiendo que se informen sobre lo que es y que vayan a talleres. Una vez lo aprendes a controlar y sabes en qué consiste es mucho más fácil saber llevarlo".

Bule Bule, en datos
▶ En pie desde el 2011
La asociación Lucense de Afectados por TDAH y trastornos asociados, Bule Bule, nació en 2011 cuando unos padres la fundaron con la finalidad de visibilizar el trastorno.

▶ El TDAH
El Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad se debe a una falta de neurotransmisores.

▶ 107 familias
Actualmente en la asociación hay 107 familias, ya que los niños son los más afectados.

▶ Servicios y apoyo
La asociación proporciona información, realiza escuelas de padres y niños afectados; deriva a profesionales y apoya, a través de charlas.

▶ Personal
La directiva está conformada por la presidenta Paz López, el vicepresidente Antonio Álvarez y la tesorera Ana Llamas y dos vocales.

▶ Contacto
A través de www.tdahbulebule.org; el mail [email protected] y el número 699 474 130, así como su cuenta de Facebook.

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