La borrasca se lleva por delante a la Panorama en O Castiñeiro

Miguel no dejó incidencias reseñables en la provincia aunque obligó a amarrar la flota en A Mariña, donde se registraron vientos de más de 130 kilómetros por hora

Árboles afectados por el temporal en Lugo. EP
photo_camera Árboles afectados por el temporal en Lugo. EP

Los lucenses rescataron este jueves del armario anoraks y chubasqueros para enfrentarse a la borrasca Miguel, que dejó cuantiosas lluvias y fuertes ráfagas de viento en toda la provincia, especialmente en el litoral, pero que no causó más incidencias reseñables que la suspensión del pase de la orquesta Panorama previsto para la noche en las fiestas del barrio de O Castiñeiro, en Lugo. La meteorología impedía garantizar la seguridad de la enorme estructura que compone el escenario del conjunto musical.

Al margen de la que para muchos fue la principal nota negativa de la jornada no hubo que lamentar accidentes. En que no lo hubiese influyó, eso sí, la labor preventiva de los servicios municipales. En la capital fueron cerrados al público los parques de Rosalía de Castro y el de A Milagrosa ante el riesgo de que desprendiesen ramas, como sucedió en la Ronda Norte, en la Praza de Bretaña y en la Ronda do Carme, sin que hubiese que lamentar daños personales. De todas formas, desde el Concello indicaron que, pese a la clausura de los mencionados espacios verdes, los operarios trabajaron como todos los días podando y desbrozando árboles, dado que el temporal, con vientos que no superaron los 60 kilómetros por hora, no ofrecía demasiado peligro.

También por prevención los pescadores mantuvieron amarradas sus embarcaciones de bajura en A Mariña, donde el viento llegó a soplar a 132,5 kilómetros por hora en O Penedo do Galo, en Viveiro, la segunda mayor marca que registraron los medidores en toda Galicia. Curiosamente, Miguel sopló con esa potencia antes de las 17.30 horas, cuando realmente el núcleo de la borrasca no alcanzó hasta las 18.00 de pleno la costa de Lugo, para la que Aemet había decretado alerta naranja por vientos de fuerzas 8 y 9.

En el resto de la provincia el impacto de la borrasca preestival fue mucho menor, con incidencias menores a cuentagotas, casi siempre relacionadas con la caída de pequeñas ramas sobre la red viaria secundaria. Un claro ejemplo es que, mientras en el litoral coruñés se acumulaban hasta 50 litros de lluvia por metro cuadrado, en muchos puntos de Lugo los registros no llegaron ni a 10.

Además, a medida que avanzaron las horas el tiempo fue mejorando. La alerta más seria desapareció por completo a las seis de la mañana, por lo que muchos barcos ya confiaban en volver al mar. Algo más tardarán en remitir las precipitaciones, que pueden durar hasta el mediodía.

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