Bispo Aguirre y la catedral, lugares sin emoción para los jóvenes

Los alumnos de primero de Eso de Galén exploraron las sensaciones que los lucenses atribuyen al paisaje de la ciudad
Entrega del libro 'As paisaxes emocionais na literatura galega' en el Galén
photo_camera Entrega del libro 'As paisaxes emocionais na literatura galega' en el Galén

¿Está el paisaje ligado a las vivencias personales? ¿Todo el mundo percibe los espacios públicos del mismo modo? ¿Se crea un sentido de la pertenencia a través del paisaje? Todas estas cuestiones se plantean en un proyecto que los alumnos de primer curso de enseñanza secundaria del colegio Galén desarrollaron en la asignatura Paisaxe e Sustentabilidade, dirigidos por la profesora Elia Ginzo. Una de las conclusiones más evidentes de la investigación —que puede verse en la página mapaemocional.wordpress.com— es que, efectivamente, la percepción del paisaje tiene mucho que ver con las vivencias y que, en algunos casos, parece una cuestión generacional.

Quizás esta es la razón que hace que entre jóvenes de 10 a 25 años el sentimiento que más se repite hacia un emblema de la ciudad como la catedral es, precisamente, la ausencia de emociones, igual que sucede con otras zonas significativas como Bispo Aguirre, Campo Castelo y Porta de Santiago. Ese nivel de indiferencia solo lo logra en franjas etarias más elevadas la Praza de Campo Castelo. En general, las emociones son positivas, sobre todo en el caso de las zonas verdes.

Para elaborar este mapa de las emociones de Lugo, los alumnos recorrieron un largo camino. "Empezamos por identificar los distintos elementos del paisaje y reflexionamos sobre su vínculo con las emociones, así que decidimos investigar si a todas las personas les sugería lo mismo", explica la coordinadora.

El año próximo pretenden hacer rutas emocionales guiadas que incluyan también desde mapas sonoros hasta olores



A continuación, los alumnos fijaron con coordenadas exactas los lugares en los que se sacarían las fotos más representativas de Lugo. Entre toda la clase seleccionaron 25 imágenes del casco histórico y del cinturón verde de Lugo, desde la vieja depuradora hasta la Ponte da Chanca.

A su vez, elaboraron un cuestionario en el que se hacía una escala de emociones, para que las personas encuestadas atribuyeran a cada imagen las sensaciones que le sugerían. Una posibilidad era no sentir ninguna emoción, pero también se podía asignar serenidad, alegría, seguridad, tristeza, soledad y morriña. Esta última estuvo presente en muchas de las valoraciones de los encuestados y Elia Ginzo matiza que, aunque pueda parecer un sentimiento negativo, en realidad "desde el punto de vista del paisaje es algo bueno" porque supone echarlo de menos y querer volver.

El siguiente paso fue conseguir que las familias colaboraran y aportaran sus percepciones por franjas etarias -de 10 a 25 años, de 26 a 40, de 41 a 55 y mayores de esta edad-. Para ello elaboraron varios vídeos promocionales que periódicamente se pasaron en el canal de Youtube del colegio. "Ellos hicieron el argumento con la única limitación de ceñirlos a 21 segundos porque de lo contrario se hacía muy pesado", indica Elia. Consiguieron 124 respuestas a las cuestiones sobre zonas verdes y 148 sobre casco histórico. A continuación, explotaron los resultados, que pueden verse en la página web organizados por franjas e ilustrados en distintos gráficos.

Para el contenido web, los alumnos de primero de Eso contaron con la ayuda de su compañeros de segundo que cursan la asignatura de Programación. Ellos diseñaron también la plataforma para realizar las votaciones.

El proyecto también incluyó una investigación sobre "cómo aparecía en la literatura gallega la relación de emoción y paisaje", indica Elia Ginzo, para lo que recopilaron textos de distintos autores para crear una publicación que también puede verse en la web, junto con textos de algunos alumnos a partir de las imágenes.

La iniciativa no quedará aquí, sino que el curso que vienen pretenden ampliarlo con rutas emocionales guiadas por la ciudad que utilicen desde mapas sonoros hasta olores.

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