El expresidente de la Diputación de Lugo y exsecretario general del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, se sube al carro de las exculpaciones de las macrocausas que instruye Pilar de Lara y también ha pedido que su caso sea archivado, siguiendo la estela de otras investigaciones que ya se cerraron, como alguna de las que implican al exalcalde de Lugo, José López Orozco, o la que tuvo pendiente de los juzgados durante casi ocho años al exconselleiro Fernando Blanco.
El abogado que lleva su defensa en el llamado caso Garañón ha informado de que este mismo martes por la tarde se le ha dado traslado a las partes del escrito en el que solicita el sobreseimiento de la causa en lo que se refiere a su patrocinado. El letrado Cándido Conde Pumpido informó de que el escrito fue presentado en el juzgado de instrucción número 1 de Lugo, del que es titular Pilar de Lara, a finales de la semana pasada y, que este misma martes se ha informado a las partes de su recepción y se les ha dado traslado del mismo.
Conde Pumpido insiste en los argumentos que sustentan ese recurso, que en caso de ser denegado por el juzgado de instrucción llegará de forma subsidiaria a la Audiencia Provincial de Lugo para que se pronuncie, y asegura que "no existe ninguna causa" para que Gómez Besteiro "siga como investigado". Desde su punto de vista, ya se "ha agotado una instrucción" que "se ha eternizado" en el tiempo.
Gómez Besteiro tiene actualmente abierta esta investigación y otra en el marco de la operación Pulpo, que investiga gastos de la Diputación. En el caso Garañón, las sospechas sobre el exdirigente socialista se basan en la compra y las obras de su piso, en la avenida Ramón Ferreiro, a cargo personas relacionadas con la urbanización del Parque. La instructora, dicen los letrados, "sigue manteniendo que el piso fue una dádiva y la reforma no fue abonada, como si no se hubieran practicado las diligencias". Y añaden que en tres años de instrucción no se ha logrado "que la realidad judicial se acomode a la realidad material".
Aseguran que a Gómez Besteiro "no se le regaló un piso" ni tampoco "la reforma del mismo", de modo que quedan en "entredicho" los supuestos delitos de cohecho y tráfico de influencias. Tampoco se sustenta la acusación, añade el letrado, en lo referente al delito urbanístico o la prevaricación, porque "ni siquiera era concejal" de Urbanismo cuando se otorgó la licencia y tampoco estaba presente cuando se aprobó finalmente el convenio con el promotor de O Garañón.
