Benito Bermejo, historiador: "Se calcula que en Mauthausen murieron 7.200 españoles"

Logró reunir las 8.700 fichas de los españoles presos en Mauthausen. Entre estos, había 34 lucenses. Benito Bermejo hablará este martes, en O Vello Cárcere, de la vida en este campo de concentración

Benito Bermejo. EP
photo_camera Benito Bermejo. EP

ERAN POCOS, pero los 34 lucenses que cayeron en el campo de concentración de Mauthausen experimentaron los mismos horrores que el resto de presos españoles —8.700, en total— cuyos nombres y filiaciones recogieron Benito Bermejo y Sandra Checa en el Libro memorial. Españoles deportados en los campos nazis (1940-45), cuyos datos están ahora volcados en el portal Pares del Ministerio de Cultura.

Estos presos lucenses procedían, según se recoge en esta publicación, de Lugo, Becerreá, Cervantes, O Corgo, As Nogais, Outeiro de Rei, Pol, Ribadeo, Ribas de Sil, Samos, Sarria, O Saviñao y Viveiro.

Solo cuatro eran de Lugo. Se trataba de Benigno Castro Gandoy, nacido en 1904 y que llegó a Mauthausen en 1944, tras venir de Dachau y del campo francés de Compiègne; Enrique Doval Reija, nacido en 1918 en Coeo, que pasó de Trier a Mauthausen en 1941; Salvador Ferro, nacido en 1913 y del que solo hay constancia de que estuvo en Dachau, y Francisco Otero Saavedra, nacido en 1919 y que llegó a Mauthausen en 1941 procedente de Kaisersteinbruch. Todos, menos Salvador Ferro (del que no hay datos), salieron con vida del campo nazi.

Benito Bermejo hablará este martes, en O Vello Cárcere, de su memoria, a partir de las ocho. Una hora antes, habrá una visita guiada sobre la exposición de las víctimas españolas y gallegas del Holocausto.

Hubo 8.700 españoles presos en Mauthausen y de estos, 34 eran lucenses. ¿Cuántos eran los gallegos en total que pasaron por allí?
Gallegos eran 200.

¿Cómo llegaron hasta Mauthausen?
Hay casos de todo tipo. Los hay que salieron de España en 1939, coincidiendo con la caída de Barcelona en febrero. Esta gente se marchó refugiada a Francia y, desde allí, pasaron después a Mauthausen tras caer Francia en manos de los nazis. Otros ya estaban allí, en campos de refugiados, cuando también fueron hechos prisioneros por Hitler.

Pero resulta curioso que hubiese gallegos en Barcelona cuando Galicia era zona de Franco. ¿Cómo pudieron marchar para allí?
Había gente que ya estaba allí antes de la guerra civil y otros, en cambio, se marcharon para Barcelona para huir.

De todos los presos españoles en Mauthausen, ¿cuántos murieron allí?
Se calcula que morirían allí algo más de 7.000.

Probablemente, Mauthausen sirviese de experimento para llevar a cabo después, en Auschwitz, los asesinatos a escala industrial

¿Sucedió lo mismo en el campo de Auschwitz?
No, en Auschwitz había muy pocos españoles. Como mucho, un par de docenas. No tiene nada que ver con Mauthausen. Auschwitz fue creado por los nazis para deportar a los judíos y gasearlos al llegar y funcionó más a partir de 1942 mientras que los españoles que llegaron a Mauthausen lo hicieron, en su mayoría, antes, entre 1940 y 1942. En Mauthausen, se moría por agotamiento, hambre, por falta de médicos. El exterminio era por trabajo. En Auschwitz, se iba ya directamente a la cámara de gas.

¿Qué trato se les daba a los españoles en Mauthausen?
La mayor parte de ellos, unos 5.000, mueren de agotamiento. Y, además, 450 son gaseados en otras instalaciones que había a unos 40 kilómetros. Digamos que estas cifras son más o menos equiparables a las de presos de otras nacionalidades como polacos. Probablemente, Mauthausen sirviese de experimento para llevar a cabo después, en Auschwitz, los asesinatos a escala industrial.

En Auschwitz, había muy pocos españoles. Como mucho, un par de docenas. Era un campo destinado a gasear judíos

¿Había diferencia entre el trato a mujeres y a hombres?
Las mujeres solían estar en otro campo de concentración, el de Ravensbrueck. Algunas ya entraron en 1939. Otras, en cambio, llegan al convertirse en prisioneras de guerra tras ser invadida Francia por Alemania. Al principio, a los prisioneros de guerra españoles se les respetó su condición pero cuando se enteraron de que eran españoles comenzaron a ser considerados como combatientes de la España roja y fueron enviados a los campos de concentración. Había mucha diferencia entre estar en un campo de prisioneros de guerra, donde se podía vivir, y un campo de concentración, donde se cometían todo tipo de aberraciones. Entre otras cosas, los españoles no pudieron tener correspondencia con sus familias durante los tres primeros años. En cuanto a las mujeres, estas nunca fueron prisioneras de guerra. A partir del verano de 1942, muchas de estas fueron detenidas en Francia por realizar actividades contra los alemanes y, de ahí, enviadas a los campos. Habría un centenar de españolas, más o menos.

¿Cómo hicieron, usted y Sandra Checa, para recabar todos estos datos?
Había bastante documentación. Cuando se liberó Mauthausen, algunos de los presos se quedaron unos días para elaborar listas de la gente que había estado allí. Gracias a ellos, tenemos datos.

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