"Bebí de más", alega un conductor tras huir e intentar atropellar a un policía

A pesar de su confesión, se negó a soplar, pero la analítica reveló que había consumido alcohol y cocaína. Iba en un coche que la Policía Local le había inmovilizado a su amigo por conducir ebrio

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photo_camera El descampado donde el acusado intentó arrollar al agente. XESÚS PONTE

La noche del jueves al viernes fue de todo menos tranquila para la Policía Local de Lugo, que tuvo que lidiar con varios conductores ebrios que circulaban por la capital creando situaciones de riesgo. Uno de ellos puso también en peligro a los agentes, ya que se dio a la fuga y pisó a fondo el acelerador sin importale que estuvieran delante los policías.

Los altercados comenzaron poco antes de las doce de la noche, cuando una patrulla del Grupo Operativo Nocturno detectó la «conducción irregular» de un vehículo por la calle Valle Inclán. Los agentes le dieron el alto al conductor —que viajaba en compañía de otro joven— y lo sometieron a la prueba de alcoholemia, en la que arrojó una tasa de 0,90 miligramos por litro de aire espirado, más del triple de lo permitido por ley. Ante esta situación, los policías inmovilizaron de inmediato el vehículo y trasladaron al hombre a las instalaciones de la Unidad de Atestados, donde le instruyeron diligencias por un delito contra la seguridad vial.

Los agentes continuaron realizando controles de tráfico por todo el casco urbano y, sobre la una y diez de la madrugada, interceptaron a otro conductor que arrojó una tasa de 0,35 miligramos de alcohol por litro de aire espirado, por lo que le abrieron un expediente sancionador que conlleva una multa de 500 euros y la retirada de cuatro puntos del permiso de conducir.

Tan solo una hora más tarde, una patrulla observó que el vehículo que había inmovilizado esa misma noche estaba circulando de nuevo, pilotado por el chico que antes viajaba como acompañante del otro conductor, quebrantando así la orden de inmovilización del turismo. Los agentes le dieron el alto, pero el joven hizo caso omiso a sus indicaciones y se dio a la fuga por las calles Angelo Colocci y Avenida da Coruña, donde giró hacia un descampado que se encuentra ubicado a la altura del inmueble número 490.

Una vez allí, los agentes lo interceptaron y uno de ellos se bajó del coche oficial y le pidió al conductor que apagara el motor de inmediato y que pusiera las llaves sobre el capó del vehículo. Sin embargo, una vez más, el chico desoyó sus órdenes y arrancó bruscamente marcha atrás, hacia donde se encontraba el agente, que tuvo que arrojarse hacia un lado para no ser atropellado. El conductor se fugó de nuevo del lugar a gran velocidad, pero poco después fue localizado por la patrulla en la calle Alvedro.

Al detectar la presencia de los policías, el joven dejó el coche estacionado y huyó corriendo hacia la calle Avutarda, donde fue localizado tirado en un huerto, escondido entre la maleza. Los agentes lo detuvieron allí mismo y el hombre les dijo que se había escapado para evitar un control, ya que había bebido «más de la cuenta».

Sin embargo, a pesar de su confesión expontánea, el conductor —que fue trasladado a las dependencias policiales— se negó a someterse a la prueba de alcoholemia. Aun así, el hombre fue trasladado a un centro médico y le realizaron una analítica, que arrojó un resultado positivo en alcohol y también en drogas, concretamente en cocaína.

El detenido, de 27 años, fue imputado por tres delitos
Fugarse de los agentes para evitar un control de alcoholemia no fue la mejor idea que pudo tener el conductor, de 27 años y vecino de Lugo, ya que acabó imputado por tres delitos. Los agentes le instruyeron diligencias por un delito contra la seguridad vial por negarse a soplar, otro por conducción temeraria y otro más por atentado a los agentes de la autoridad, por el intento de atropello al policía.
"Seis cubatas de ginebra"
Cuando fue arrestado, el conductor les dijo a los agentes que había bebido « seis cubatas de ginebra» antes de coger el coche.

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