Beber o dormir, esa es la cuestión

El bando que autoriza las terrazas en las aceras hasta altas horas de la madrugada genera quejas en Camiño Real
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photo_camera Una terraza instalada en una plaza de aparcamiento en Camiño Real. XESÚS PONTE

La medida adoptada por el Concello de Lugo que permite a los hosteleros montar terrazas en las aceras y en las zonas de aparcamiento -en plena vía pública- no ha tardado en generar quejas vecinales en algunos barrios, donde las calles se han convertido en una auténtica verbena totalmente incompatible con el descanso nocturno de los residentes.

Los vecinos de Camiño Real no dan crédito ante la nueva permisividad del gobierno municipal con una práctica que llevan años sancionando e intentando atajar con todos los medios a su alcance. "Antes no podían tener la puerta del establecimiento abierta para no generar ruidos, pero ahora pueden ocupar la acera y estar de fiesta hasta las tantas de la madrugada. Les permiten trasladar todo el follón y el griterío a la calle sin pensar para nada en los vecinos", lamentan.

Y es que, efectivamente, el bando municipal permite a los hosteleros instalar las terrazas en la acera y en las plazas de aparcamiento que se encuentren libres y no fija horarios específicos, sino que se rigen por los horarios habituales del establecimiento. Es decir, los bares pueden atender a su clientela en la calle hasta las dos y media de la madrugada, por la semana, y media hora a mayores durante el fin de semana. Y si el local tiene licencia de pub, el horario se prolonga todavía más. "Tendría que venir la alcaldesa a dormir a este barrio, con la calle llena de gente tomando copas hasta las tres o las cuatro de la madrugada. Seguro que así tomaba medidas", apuntan los residentes.

"¿Cómo pueden permitir lo que llevan años intentando atajar?", dicen los vecinos

Los vecinos explican que se sienten "completamente indefensos", ya que el bando municipal dejó a la Policía Local con las manos atadas. Y es que para montar la terraza, lo único que tiene que hacer el hostelero es comunicarlo al Concello y tener al día el pago del seguro de responsabilidad civil. Si cumple con este requisito y monta la terraza en las zonas autorizadas -es decir, sin obstaculizar entradas a portales o garages, y sin ocupar paradas de bus, plazas para discapactados o zonas de carga y descarga- los agentes no pueden sancionarlo ni obligarle a desmontar la terraza. Según los vecinos, los locales no ponen música, pero el ruido de las gente les impide conciliar el sueño.

Los afectados advierten además del "peligro" que suponen las nuevas terrazas de Camiño Real, ya que a diferencia de otras zonas de la ciudad, como Recatelo o la Rúa Mallorca -donde se cortó el tráfico para poder instalar las terrazas-, en Camiño Real continúan circulando los vehículos con total normalidad. "Es increíble que se permita esto, ya que los coches pasan pegados a las sillas. Si un cliente se despista un poco, se lo llevan por delante", alertan.

El presidente de la Apehl, Cheché Real, instó a los hosteleros a restringir el horario de las terrazas y cesar la actividad a las 23.00 horas, para no causar molestias, pero en algunos locales de Camiño Real no se dieron por aludidos.

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