La cadena Be One, cuyo director general es el empresario lucense Roberto Ramos, anunció este martes el comienzo de las obras de remodelación del nuevo centro deportivo que la firma abrirá en Lugo, concretamente se ubicará en el antiguo edificio que ocupaba la discoteca Sugar, en la Rúa Cornubia de la capital.
La firma Serviocio, propietaria de la cadena de gimnasios, asegura que la inversión prevista para la remodelación del edificio y la dotación de equipamientos rondará los 3.800.000 euros.
Se calcula que las obras tendrán una duración de seis meses, por lo que la apertura está prevista para enero de 2022.
Las instalaciones contarán con 3.900 metros cuadrados, de los cuales 950 estarán dedicados a la sala fitness, con maquinaria de última generación y tecnología inteligente; y 710 a cinco salas de actividades dirigidas, una de ellas dedicada exclusivamente a ciclo indoor.
Además, ofrecerá más de 100 clases a la semana y dispondrá de zona de aguas con piscina climatizada y spa con baño de vapor, bañera hidromasaje, sauna, pediluvio, duchas de contraste, nebulizadas y en cascada.
Las instalaciones tendrán más de 3.900 metros cuadrados, con piscina y spa incluidos
Be One también ofrecerá una zona de aparcamiento para uso exclusivo de sus socios.
FAMILIAS. BeOne le otorgará especial importancia a las familias y contará con un abono con diversas ventajas para ellas. Dispondrá de ludoteca y de actividades y escuelas para los más pequeños, como la de natación.
La empresa aplicará desde el primer día un modelo de gestión centrado en innovadores protocolos de trabajo centrados en el cliente que implican una gran oferta de actividades dirigidas de última tendencia y servicios como la asesoría deportiva, el entrenamiento personalizado y una aplicación móvil que ayudará a los usuarios en el seguimiento de su actividad y la consecución de sus objetivos deportivos.
Serviocio se dedica a gestionar instalaciones deportivas tanto de administraciones públicas como propias y explota 35 centros en Andalucía, Cantabria, Castilla y León, Madrid, País Vasco y Valencia. En Galicia gestiona una docena, solo uno de ellos en Lugo, la piscina de Ribadeo.
Antes de que se desatase la crisis sanitaria este grupo empresarial contaba con más de 1.200 trabajadores y atendía a unos 168.000 usuarios mensualmente.
