La hostelería ha vivido grandes vaivenes en el último año, pero hay locales de la ciudad que tienen el marchamo de clásicos y, aunque en un momento dado bajaran la persiana, con el tiempo vuelven a abrir.
Ahora se anuncia ya en el sector el regreso de algunos de esos establecimientos que con mucha probabilidad todos los lucenses han visitado alguna vez.
Es el caso de la Parrillada Los Olmos, que lleva ya un mes en obras y donde la previsión es poder volver a servir a los clientes desde mayo, "si nos dejan", dice Máximo Lafuente en referencia a lo imprevisible que es todo a veces como consecuencia de la pandemia.
Lafuente se hace cargo de la Parrillada Los Olmos junto a Carlos Ares y la pretensión de los dos socios es dar un servicio muy amplio, empezando con un servicio de desayunos a las 6.30 de la madrugada y dando luego una oferta de comidas amplias, que irá del menú del día a un menú ejecutivo.
El local está en una zona con mucha actividad económica, pero Lafuente destaca que a Los Olmos van clientes de toda la ciudad, en realidad.
Al lado está el hotel Los Olmos, donde también hay obras y donde el objetivo sería también abrir ya para la primavera.
Pero los retornos de algunos de esos negocios con solera se produciría por toda la ciudad y, así, suenan también aires de renovación para la antigua Bodega de Pedro, en Aceña de Olga, ya que todo apunta a que dos jóvenes hosteleras se pondrán a los mandos para volver a levantar la persiana de ese local.
Un clásico, en especial para muchos aficionados al futbol, era el Gol, en la zona de la Avenida da Coruña para el que también suenan aires de renovación, lo mismo que ocurre con el Diveca, en la calle Montevideo, una zona en la que, además, no hay demasiada oferta hostelera.
Si los pronósticos se cumplen, seguirán abriendo locales que tienen ese marchamo de casi clásicos en la ciudad y que pueden presumir de haber acumulado muchas valoraciones positivas de los clientes a lo largo de su historia, aunque bajaran la persiana.
