Cheché Real: "É intolerable, inxusto e indignante que non abra o ocio nocturno"

La asociación provincial de hostelería incide en que muchos locales solo facturan para cubrir gastos, debido a las restricciones de aforo y a que tienen terrazas pequeñas con pocas mesas
El Mencía Mencía. SEBAS SENANDE
photo_camera El Mencía Mencía. SEBAS SENANDE

Cheché Real ya no regenta un local nocturno, como hace años, pero sí defiende a un sector que, según él, se está viendo muy marginado con las medidas anticovid dado que muchos establecimientos llevan casi medio año cerrados al público.

"Temos un problema co ocio nocturno. Habería que reconsiderar, polo menos, que lles deixaran abrir como os bares, ata a unha da mañá. O ocio nocturno leva case seis meses pechado por decreto. Isto é intolerable e inxusto. Hai establecementos con 60 traballadores e os seus donos están obrigados a non poder facer caixa. Moitos retiraron a xente dos Ertes o 5 de xullo e, aos vinte días, tiveron que pechar. É indignante", dice.

HORARIO. La restricción de horario de madrugada también está ocasionando pérdidas económicas en los bares. "Perdemos prácticamente tres horas de apertura al público porque, a partir de las doce de la noche, ya no puedes servir. Ese es otro problema que tenemos porque todo se junta. Vemos con mucha preocupación todo lo que está pasando con la hostelería. Como esto siga así... ¡a ver quién aguanta!", afirma el hostelero Miguel Yáñez, de La Fundación, en la Praza Maior.

TABACO. Sobre la prohibición de fumar en las terrazas sin respetar la distancia de dos metros, Miguel Yáñez opina que esta medida de prevención no está restando, de momento, clientela a los bares. "No creo que esto influya en la caja. La mayoría de la gente de Lugo está concienciada. Al menos, eso es lo que observamos en nuestra clientela, que es bastante mayor", afirma este hostelero.

LOS BARES RESISTEN AL EFECTO COVID. A falta de un estudio sobre el tema de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de Lugo (Apehl), los distintos establecimientos parecen resistir las consecuencias sanitarias y económicas del Covid, aunque solo sea para asegurarse la supervivencia del negocio.

"En novembro e decembro será cando se vexan as consecuencias económicas desta situación. Hai algún bar que xa non abriu desde o confinamento porque non lle compensaba e outros están pechados por vacacións ou por xubilación, pero tamén hai algún que pechou porque a penas iba ser rentable", comenta Cheché Real, presidente de los hosteleros de la provincia de Lugo.

Bares con una larga trayectoria en la ciudad como el Nevada o el Nonquepo, en Campo Castelo, o el Mencía Mencía, en la Praza da Constitución, echaron el cierre este verano, quizá movidos, en parte, por la situación derivada del Covid que confluye, en algunos casos, con otras circunstancias personales. Otros establecimientos que también cerraron fueron el bar Apolo, en García Abad; el 55, en la Rúa Galicia, o la ecocantina, en San Roque.

"Algúns locais poden ir traballando e seguen abertos pero moitos con problemas. Moitos puxeron terrazas pero unha terraza non mantén un establecemento. Só permite que este aguante e non teña que pechar. De todos os xeitos, aínda cos permisos do Concello, hai bares que teñen moi pouca terraza, dúas ou tres mesas, e eses pouco poden facer", indica Real.

La perspectiva tampoco es nada halagüeña de cara a los próximos meses y al fin de año. Al siempre flojo noviembre, se une ahora el temor a que el otoño traiga más casos de coronavirus y que la gente salga menos a la calle. "El problema va a ser a partir de noviembre porque se sumarán muchos factores: el Covid, el parón que siempre hay y el mal tiempo. Creo que no se va a meter nadie en los locales. Noviembre y -saltando diciembre, por las Navidades- también enero y febrero. Ahora ya lo notamos muchísimo. Comparado con el año pasado, facturamos mucho menos. Entre otras cosas, porque no hay tantos turistas", comenta Miguel Yáñez.

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