El Banco de Tapones entregó este jueves, en la sede de El Progreso, un cheque por 2.600 euros a Darius Dumitrascu, un niño de 7 años de origen rumano y vecino de Ribadeo, que nació con atrofia muscular espinal tipo 2, una enfermedad rara de origen genético que le impide moverse y que necesita de un tratamiento rehabilitador fisioterapéutico continuo para poder optar a una mejor calidad de vida.
Darius Dumitrascu acudió este jueves al acto, acompañado de su hermano más pequeño, Stephan, de 6 años, y de su madre, Elena. Su padre, Dumitru, no pudo asistir dado que se encontraba trabajando en el monte como motoserrista. "Es una enfermedad rara de origen genético ya que tanto yo como mi marido somos portadores del gen que causa este mal. Sin embargo, hasta ahora, no se había dado ningún caso en nuestra familia. La enfermedad se manifestó cuando el niño tenía 6 meses y vimos que no podía moverse ni tampoco caminar. En cambio, el hermano es portador del gen también pero está perfectamente sano", explica Elena, que añade: "Esto no es fácil, es duro porque hay que coger el niño para moverlo y ahora que ve al hermano también pide que lo lleve a él al parque".
En casa de la familia Dumitrascu solo entra un sueldo y los gastos derivados del tratamiento rehabilitador son costosos, dado que el Sergas no cubre todas las sesiones que el niño necesitaría. "Con la fisioterapia, el niño siente una gran mejoría. ¡Ya consigue darse la vuelta estando sentado! Y esas sesiones son muy necesarias para él. Gracias a este cheque del Banco de Tapones podremos pagarnos un año de fisioterapia dado que solo trabaja mi marido y cuesta pagar este tratamiento. Me alegro muchísimo de esta iniciativa y le doy las gracias al Banco de Tapones", cuenta Elena.
La presidenta del grupo El Progreso y de la Fundación Puro Cora, Blanca García Montenegro, fue la responsable de entregarle el cheque por valor de 2.600 euros a Darius, que lo recibió con una gran sonrisa en la cara.
En el acto, estuvieron presentes también el presidente de la Diputación, Darío Campos, y la alcaldesa, Lara Méndez, como instituciones públicas colaboradoras en este proyecto. También acudieron representantes de entidades como la presidenta y la psicóloga de la Asociación Española contra el Cáncer, Mariluz Abella y Rosa Zas; el presidente del Colegio de Farmacéuticos, Alejandro María Sánchez Pérez-Mel; y el presidente de Aspnais, José Reigosa, y otros directivos; la gerente de Prelo, Alba López, y Consuelo Varela, una de las voluntarias que se ocupó de la selección de los tapones.
Darío Campos destacó, en su intervención, que el Sergas debería dar este tipo de cobertura sanitaria, tan necesaria en el caso del pequeño Darius.
Lara Méndez, en tanto, incidió en la importancia del proyecto para hacer una sociedad mejor y más digna.
Aspnais se ocupará a partir de ahora
Aspnais recogió este jueves el testigo del Banco de Tapones. A partir de ahora, será esta asociación la que se ocupe de la selección de los tapones de plástico. Para ello, Aspnais creará un taller de reciclado, en el que los chicos se encargarán de la clasificación y de la venta del material que, a su vez, servirá para sostener proyectos de la asociación.
Colaboradores
Eso no quita que sigan colaborando en el proyecto las mismas entidades y empresas que lo hicieron hasta ahora. Entre ellas, las 184 farmacias que, a través del colegio, se ocupan de la recogida de los tapones.
Remanente
La entidad está abierta a más propuestas sociales con otros 3.000 euros
Todavía quedan 3.000 euros de remanente en el Banco de Tapones para otro proyecto social. Por eso mismo, esta entidad está abierta a recibir ofertas de asociaciones sin ánimo de lucro, ONG, centros ocupacionales o cualquier otra entidad que necesite ayuda para poder hacer entrega de este dinero.
Para ello, se abre una dirección electrónica, ayudabancodetapones@ elprogreso.es, con el fin de que cualquier persona pueda enviar una propuesta de ayuda justificando a la vez esa necesidad simplemente con una frase.
La presidenta de la Fundación Puro Cora, Blanca García Montenegro, insistió en la necesidad de recibir propuestas para dar salida a este dinero, obtenido gracias a un proyecto con nueve años de vida que contó siempre con un alto compromiso de los lucenses. "Los tapones dan vida y ayudan al medio ambiente y la sociedad lucense siempre se volcó en dar tapones", dijo.
