El Banco de Alimentos ya no podrá hacer más recogidas de comida en supermercados del tipo de la operación Kilo ya que esta iniciativa podría contribuir a la expansión del coronavirus. Esta medida preventiva supondrá para la ONG lucense un hándicap en las provisiones de comida con que cuentan, por lo que la portavoz del Banco de Alimentos, Amadora Núñez, comenzó ya a contactar con distintas instituciones —entre ellas, la Xunta— para solicitar más lotes de legumbres, arroz y pasta, fundamentalmente, con el fin de poder garantizar los repartos de los martes y viernes.
"Coincide que, ademais, cada vez hai un maior número de usuarios e máis que vai haber a partir de agora, xa que todo isto suporá máis paro e máis dificultades económicas para moitas familias de traballadores, que verán como perden os seus postos de traballo co peche de comercios e empresas polo coronavirus. Por iso, decidimos comezar a pedir axuda á Xunta e a outras institucións ao quedar tamén suspendida, polo de agora, a Operación Kilo, de recollida nos supermercados", indica Amadora Núñez.
Cada semana acuden, como media, al Banco de Alimentos de Lugo unas 50 familias nuevas. Actualmente, esta ONG provee de comida a unas 2.000 familias en toda la provincia, de las que la mitad están asentadas en la capital lucense y su entorno.
Solo podrá haber grupos de seis personas y deberán distanciarse entre ellos 2 metros en la cola y con los voluntarios, 1,20 metros
El Banco de Alimentos comenzó, por otra parte, el pasado viernes a establecer varias medidas preventivas en el reparto con el fin de evitar el mayor número de contagios del virus. Una de ellas es la de limitar el aforo a grupos de seis personas en el interior de la nave donde se hacen las entregas, en O Ceao.
Otra iniciativa para evitar la expansión del coronavirus será vigilar que los beneficiarios mantengan una distancia de separación entre ellos de 2 metros y con los voluntarios —durante la entrega de los paquetes de comida— de 1,20 metros. Asimismo, los voluntarios irán provistos de guantes y se lavarán las manos con un gel hidroalcohólico.
Las familias usuarias del Banco de Alimentos están viviendo con gran preocupación la expansión del coronavirus, especialmente por las nefastas consecuencias económicas que la declaración del estado de alarma puede tener para la economía.
Los usuarios del Banco de Alimentos viven con preocupación la expansión del coronavirus
"A xente está asustada porque teme perder o traballo e tamén porque ten medo de que non chegue a comida. Esta situación de confinamento nas casas tamén resulta especialmente dura nalgunhas situacións porque hai vivendas que están moi mal acondicionadas e a xente vese obrigada a estar nelas todo o día sen calefacción", comenta Amadora Núñez.
A toda esta problemática, se añade también el hecho de que, durante la suspensión de las clases, los niños de estas familias tendrán que comer en sus casas al no estar disponible ya el comedor escolar, con lo cual el gasto familiar se incrementará.
"Ao non teren comedor os nenos, hai familias ás que lles costará poder asumir os gastos mensuais da comida. Canto máis se, por riba, perden o seu posto de traballo", explica Amadora Núñez.
Esta campaña es a nivel nacional y el objetivo es dar cobertura social a colectivos desfavorecidos, personas con patologías, mayores o con algún tipo de discapacidad, que necesiten una ayuda puntual en esta situación de confinamiento y de estado de alarma decretado por el Gobierno para evitar la expansión del coronavirus Covid-19.
Prácticamente todo el equipo de Cruz Roja en Lugo dejó sus funciones habituales para conformar esta red de apoyo social, al que se podrían unir varios voluntarios en breve. Durante estos días, permanecerán cerradas al público las oficinas de Cruz Roja en la avenida de Madrid. También trabajan bajo mínimos la unidad de atención a toxicómanos y el centro de daño cerebral de Castro. Fue suspendida, en cambio, la actividad en el centro de alzhéimer en Celeiro.
