La banca prescinde durante este año de una veintena de oficinas en la provincia

Los sindicatos auguran que esa profunda reestructuración acarreará el despido de medio centenar de empleados ► Desde la recesión económica de 2008, el sector ha cerrado el 40% de las sucursales lucenses, sobre todo en el rural
Una reciente protesta en la capital lucense de trabajadores de banca. XESÚS PONTE (AEP)
photo_camera Una reciente protesta en la capital lucense de trabajadores de banca. XESÚS PONTE (AEP)

Lugo no es ajena a la profunda reconversión que está llevando a cabo la gran banca en España. Este año cerrarán en la provincia una veintena de sucursales, lo que acarreará al menos el despido de medio centenar de trabajadores, según los datos que manejan por ahora los sindicatos. Estos auguran que entre este y el próximo ejercicio se irán a la calle unos 20.000 empleados del sector a nivel nacional.

Aunque la zona rural es la que sale peor parada en la provincia, la capital lucense tampoco se libra, pues concentra un tercio de esas oficinas que bajarán la verja definitivamente.

Algunas ya tienen fecha. Santander, que este año prescinde de 12 de las 34 de la provincia -este mes fueron tres en la capital lucense (Marina Española, Praza Maior y Fonte dos Ranchos) y otra en Sarria-, tiene previsto cerrar el 4 de junio la de Castro de Ribeiras de Lea, en donde mantendrá servicio con un agente colaborador, y el 18 la de Mondoñedo. Esta entidad financiera asegura que mantiene el servicio en el rural con agentes colaboradores, sin perder la plaza, pero optimizando costes.

Deutsche Bank pasará la llave el 2 de julio a la única que tiene en la provincia, la de la céntrica Rúa do Teatro de Lugo, mientras que Sabadell cerró la de San Roque.

En otras se sabe el número, pero no el emplazamiento. BBVA cerrará cinco de sus 23 en la provincia. El presidente del comité de empresa en Lugo, Xosé Miguel Fernández, de la CIG, sostiene que estos cierres y despidos son "consecuencia da restrición de servizos á clientela para que non acuda ás oficinas, como o recurte até as 11.00 horas do servizo de caixa, o cobro por operar na conta nas oficinas, dixitalización forzada, exclusión financeira a moitas personas, sobre todo as maiores...".

CaixaBank también reestructurará su red de oficinas -cuenta con 17, tras su fusión con Bankia-, pero aún no ha trascendido a cuántas afectará.

Otras entidades optan por reducir horarios. Abanca, que en los últimos dos años ha cerrado nueve oficinas en la provincia, según informa CC.OO., atenderá a partir del 7 de junio la de Muimenta de 8.15 a 11.00 horas -salvo los tres primeros y los dos últimos días laborables de cada mes-.

llueve sobre mojado. Aunque este año cierran una veintena de sucursales en la provincia de Lugo, esta reconversión se viene acometiendo paulatinamente desde la recesión económica de 2008. De las alrededor de 300 que había entonces en la provincia de Lugo quedan menos de 180, lo que supone un descenso del 40%.

El responsable de CC.OO. en CaixaBank en Galicia, Xoán Carlos Vivero, afirma que el sector está prescindiendo del "modelo de proximidade" que funcionaba, con oficinas en cada municipio y en cada barrio de las ciudades, y apostando por la digitalización, pero en esta caso advierte de que "non é un proceso natural, senón forzado".

Xoán Carlos Vivero critica que se está produciendo "unha doble exclusión financieira", de las personas mayores y de los habitantes de la zona rural.

Este delegado sindical coincide con Xosé Miguel Fernández en que se está "empurrando" a los clientes a fuera de las oficinas para que realicen los ingresos o el pago de recibos en cajeros en vez de en ventanilla, en donde les cobran por hacerlo o solo pueden a unas determinadas horas en ciertos días del mes.

Se avecina un verano caliente
Los expedientes de regulación de empleo (Ere) anunciados por varias entidades financieras se han encontrado con una respuesta en la calle por parte de las centrales sindicales para exigir que no se lleven a cabo. El representante de CC OO en CaixaBank en Galicia, Xoán Carlos Vivero, pide al Ejecutivo central que tome cartas en el asunto, ya que son "empresas solventes que deixan de dar sevizos" y que en algún caso recibieron una inyección económica del Estado.

Protestas
En el caso de CaixaBank la próxima semana se iniciarán actos de protesta y en el del BBVA ya se movilizan desde hace casi un mes contra esta drástica medida.

Caixa Rural nada a contracorriente al mantener personal y sucursales

La política de la entidad lucense de "prudencia" le permite situarse al margen de la vorágine del sector

Caixa Rural Galega nada a contracorriente. Mientras el resto del sector opta por la reducción de plantilla y oficinas, la entidad financiera lucense es la única que opera en Galicia que desde la recesión de 2008 ha incrementado tanto personal como sucursales —la última la abría a principios de 2019 en Pontevedra—.

Esta caja, que ronda los 17.000 socios cooperativistas, tiene 47 oficinas en Galicia, 33 de ellas en la provincia de Lugo, y supera los 150 trabajadores.

La estabilidad institucional y la cautela son sus señas de identidad. Su director general, Jesús Méndez, explica que pueden seguir esa política de "banca de proximidad" inversa al resto del sector "por haber hecho bien las cosas antes y haber sido prudentes". Añade que "el partir de una situación mejor nos permite un crecimiento".

La marcha de otras entidades de las plazas en las que competían con Caixa Rural Galega ha permitido a esta incrementar su volumen de negocio, que puede atender con el mismo número de empleados y oficinas gracias "a la digitalización", según explica su director general.

Méndez asegura que esta sociedad cooperativa de crédito busca "rentabilidad para capitalizar y prestar buenos servicios" y no tanto para repartir suculentos dividendos entre sus socios.

Este ejecutivo, que también atribuye la situación del sector a "la carga regulatoria", incide además en que los clientes, aunque sean jóvenes que manejen los recursos digitales, requieren el trato directo para realizar algún trámite.