El Concello de Lugo aún no cobró ninguna multa del año 2021 por orinar en la calle

Hay 72 denuncias en tramitación en este momento por una cuantía que en algún caso puede llegar a los 900 euros
Un joven orinando en la calle. AEP
photo_camera Un joven orinando en la calle. AEP

La Policía Local lleva a cabo una ofensiva desde hace meses contra las personas que orinan en la calle, un comportamiento que está muy relacionado con el ocio nocturno, aunque no es exclusivo de él, y que con frecuencia afecta a patrimonio histórico-artístico, como la catedral o la fuente de A Pinguela. Los agentes emitieron algún fin de semana casi 40 denuncias, pero algunos ciudadanos, hartos de sufrir ese incivismo en las puertas de su casa o en los lugares que frecuentan, se preguntan cuántas se acaban cobrando de verdad y si la labor sancionadora sirve para algo.

La respuesta no resulta muy alentadora. Según la información facilitada por el gobierno local, el año pasado se hicieron 72 denuncias por este tipo de infracción pero a día de hoy no hay cobrada ninguna. Están en tramitación, según explicó el área de movilidad e infraestructuras, a cuyo frente está el nacionalista Rubén Arroxo y de la que depende el departamento en el que empieza la tramitación, Policía Urbana.

La Policía Local se apoya en la Lei de Residuos de Galicia para sancionar este tipo de conductas, que pueden estar castigadas con hasta 900 euros de multa. El agente que realiza el atestado es el encargado de proponer en cada caso la multa más adecuada a las circunstancias, ya que no es lo mismo orinar en un solar que en los muros de la catedral, Patrimonio de la Humanidad.

Según explican fuentes conocedoras de tramitaciones sancionadoras, la administración tiene un plazo de nueve meses para resolver y notificar, aunque los plazos pueden interrumpirse por cuestiones relacionadas con alegaciones, por ejemplo, si el denunciado presenta testigos. Y de todos modos, se trata de trámites que no son rápidos, porque primero se notifica la denuncia, después el afectado puede alegar, se hace propuesta de resolución, a la que también se puede alegar, y finalmente se hace la propuesta definitiva.

Los orines en la vía pública y en la fachada de edificios no solo suponen un problema evidente de higiene sino que tiene consecuencias mayores. La puerta norte de la catedral, por ejemplo, con herrajes medievales de gran valor y escasos en la provincia, está muy dañada por la elevada concentración de sal que tiene la orina. Los responsables de la basílica hace tiempo que se plantean cerrar este pórtico y el atrio, donde también se da este problema, pero no es una medida fácil de llevar a cabo, por el coste y porque tendría que ser autorizada por la Dirección Xeral de Patrimonio, ya que cambiaría la imagen del edificio.

Algunos partidos políticos y ciudadanos creen que una ordenanza de civismo ayudaría a poner freno a este y a otros problemas que se dan en la calle, pero el gobierno local la descarta por el momento.

Descartada una norma de gorrillas, que en otros lugares no ha sido eficaz

La extorsión de los gorrillas es otro de los problemas que se da en la vía pública y que más enfada a los ciudadanos y, aunque en el mandato pasado, el gobierno intentó aprobar una ordenanza que iba a poner más difícil esa práctica, la ha descartado por falta de apoyo político y por el rechazo que generó en la calle una norma que también regulaba otras conductas, como dormir en un banco, tender ropa, el sexo en un coche en la vía pública, mendigar o hacer acrobacias.

El gobierno confirmó esta semana que de momento renuncia a recuperar este proyecto, por la falta de consenso y porque defiende que ya hay normas municipales, autonómicas y estatales que regulan los comportamientos controvertidos, como los ruidos, la suciedad, la prostitución y el consumo de alcohol en la calle. "Unha norma por si soa non ten efecto", dice.

Respecto a los gorrillas, el texto preveía incautarles la recaudación o quitarles ayudas sociales. Ahora se les sanciona por invadir la vía de circulación. Ciudades como Sevilla, con norma propia, no han logrado atajar el problema.

Gorrillas Problema de difícil atajo
Sevilla tiene una ordenanza, pero tiene dificultades para hacer
efectivas las denuncias, a veces por incapacidad para notificarlas.
Pocos afectados denuncian y muchos pagan a los gorrillas.
GORRILLAS. Problema de difícil atajo Sevilla tiene una ordenanza, pero tiene dificultades para hacer efectivas las denuncias, a veces por incapacidad para notificarlas. Pocos afectados denuncian y muchos pagan a los gorrillas. AEP

 

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BOTELLÓN. El consumo de bebidas alcohólicas en la vía pública está prohibido en Galicia desde julio de 2020, por la pandemia, pero no
está sirviendo para evitar botellones. AEP

 

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PROSTITUCIÓN. También existe una ley La Ley de Seguridad Nacional prevé multas de hasta 30.000 euros por solicitar y disfrutar de servicios sexuales en zonas de tránsito público o junto a colegios, parques o carreteras. AEP

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