"Las ayudas del plan de reactivación deberían ser según la facturación", dicen los excluidos

Lucenses que se quedaron sin opción de solicitar las subvenciones achacan a la "chapuza de alguien" su situación y piden que no se repita el mismo error
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photo_camera Algunos de los empresarios afectados por las exclusiones, reunidos en Lugo el martes. SEBAS SENANDE

No son los únicos, pero los profesionales que trabajan —o trabajaban— en el negocio de las bodas están entre el colectivo más numeroso de los que se quedaron fuera de las ayudas del plan de Reactivación Económica del Concello. Los fondos disponibles, 1.060.000 euros, se agotaron en solo 24 horas.

Estiman que en Lugo pueden ser unos cien los que no tuvieron opción de pedir la ayuda solo de su sector, ya que ellos dependen de una actividad que se desplomó, hasta casi desaparecer, este año del covid.

"Las ayudas deberían ser por facturación", dicen los afectados, que alegan que el sistema establecido por el Concello puede permitir que reciban subvenciones comercios a los que les fue bien en el año de la pandemia y queden fuera otros que no pudieron trabajar por el virus. "A lo mejor entra en las ayudas una tienda de alimentación o una zapatería que, por lo que sea, vendió más que nunca y quedan fuera personas que no facturaron en todo el año", dicen.

"Ahora lo damos todo por perdido, pero queremos que no se repita la misma discriminación en futuras ocasiones", afirman

Quedar excluidos de las subvenciones les hizo caer en el desánimo. "En las bases, parecía que las ayudas iban a ser para todos, pero cuando entrabas a preparar la documentación ya quedaba claro que había CNAEs excluidas", señalaban. "En el anterior plan, las bases se hicieron mejor", aseguran los afectados.

Creen que han sufrido, básicamente, "una chapuza" de alguien y este miércoles reclamaban al gobierno local que vigile para que no vuelva a cometerse una discriminación por sectores. "Ahora ya lo damos por perdido todo, lamentablemente", decían.

Entre los afectados hay Dj, fotógrafos, planificadores de bodas... Ahora, todos ellos fían su destino a que la situación sanitaria permita recuperar algo la actividad este año, aunque aún no las tienen todas consigo.

"El año pasado, se hicieron tres de las veinticinco bodas que tenía", contaba un fotógrafo cuya actividad se resintió seriamente por la crisis sanitaria. Añadía que está por ver lo que ocurre este año. "Hay planificadas bastantes bodas, pero que se celebren depende de muchos factores. Si los horarios de las actividades no se abren, las que hay programadas para las noches quizás tengan que suspenderse", indicaba.

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