La avalancha de Bad Gyal y Nathy Peluso en la despedida del Caudal Fest

La tercera edición del Caudal Fest se cerró este sábado con la presencia de dos de las referencias de la música urbana, que revolucionaron a los asistentes con ritmos que incitaban al baile continuo
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photo_camera Imagen del público este sábado en el Caudal Fest. ADRA PALLÓN

"Empieza a hacer un poco de frío. Pues he venido yo a daros calor". Con esta declaración de intenciones comenzó puntual la multifacética Bad Gyal su concierto, en la tercera y última jornada del Caudal Fest 2021.

Una enorme sirena roja marcó el inicio del show de la artista catalana. Y no fue una falsa alarma. La acción llegó con el primer acorde. El Caudal se movió al ritmo de las caderas del Bad Gyal, que agitaba a la masa postadolescente a su antojo, porque "mientras tú estás con el champán, yo estoy con tu man", sentenciaba la cantante, ataviada con un vestido rosa y dorado idóneo para sus volcánicas coreografías sobre el escenario.

Las caderas de la artista y de las cinco bailarinas que la arropaban durante su actuación hizo que fuese difícil mantenerse pegado al asiento. Ayudaban también las insinuaciones a "montar una fiesta", por parte de la protagonista de la tarde noche.

La edad media del público rozó este sábado la veintena, en la clausura del festival. Bad Gyal y Nathy Peluso atrajeron a los más jóvenes 

El estilo dancehall con 'trapeo' callejero fueron las rimas a seguir por una fiel legión de seguidores que se apostaron en la primera sección de asientos. La admiración por la música de esta artista urbana rezumaba por todo el recinto del festival.

Desde las primeras filas, un chaval mostraba al inicio de cada tema una pancarta con la leyenda 'Bad Gyal. La verdadera reina de España'. Muy cerca, varias amigas calcaban el estilo propio del dancehall, con moños en la cabeza, pantalones coloridos y plataformas en los pies.

En ese momento de plena ebullición musical, las cuatro zonas de asientos presentaban una ocupación prácticamente total. Este sábado se registró la mejor entrada de todo el festival, con cerca de 2.500 localidades vendidas.

Para comprobar solo hacía falta observar la descomunal cola para acceder a los servicios formada con la llegada del atardecer.

NATHY PELUSO. Con la expectación por todo lo alto, al igual que las pulsaciones, tras el espectáculo de Bad Gyal, el público recibió con idéntico entusiasmo el turno de Nathy Peluso, una de las artistas del momento. La artista, de 25 años, está en la cresta de la ola en su carrera discográfica, tras grabar este fin de semana una colaboración con C. Tangana en Toledo, predestinada a éxito asegurado.

La artista argentina, que ha desarrollado su carrera musical en España, se ha convertido en el referente de la contracultura actual. Su afinidad por el jazz y los ritmos sofisticados, que fusiona con las influencias de hip-hop y la música urbana no hicieron prisioneros en el Caudal Fest.

Era la actuación más esperada. Llegaba a Lugo como una de las artistas revelación. Y no defraudo ni un ápice.

Las chispas con el público saltaron al instante. Su voz mostraba varios registros, al igual que la cara de los espectadores al escuchar 'La Sandunguera', su tema más reconocido hasta el momento, una perfecta fusión de salsa, tango y reggaeton.

Kutxi Romero. Los cambios de registro sobre el escenario del Caudal Fest son parte de su atractivo. Buscar distintas marcas en el barómetro musical es una de las señas de identidad del evento que alberga Lugo.

Con la salida de Kutxi Romero, una 'marea' de rock de varios kilates inundó el escenario.

La voz rota del artista de Berriozar desempolvó del baúl de los recuerdos con versiones de Rosendo, Antonio Vega, Franco Battiato y, por supuesto, de Marea, en un formato acústico, roto por la única compañía de dos guitarristas.

El Caudal Fest cerró su última jornada con la mejor entrada del evento. Los 2.500 asientos fueron ocupados en su totalidad 

Resultó una versión melosa de la furia que el cantante desprende habitualmente en su directos con su banda. Un espectáculo adaptado al formato actual, aunque sin el veto de tararear los éxitos de un hombre que nunca tuvo ambición. Lo hace por puro placer.

    

Ladilla Rusa fueron los teloneros del movimiento pélvico de Gyal y Pelusso. El ritmo vacilón del dúo formado por Tania Lozano y Víctor Clares encontró pronto respuesta en el patio de asientos. Sus letras animaban a la verbena. A moverse, que es de lo que se trataba.

Con todo, el Caudal Fest regresó dos años después, con un rotundo éxito de público y artistas invitados, para confirmar lo difícil que es vivir sin música en directo.

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