La Audiencia de Lugo acogerá el juicio contra un guardia civil al que la fiscalía pide doce años de prisión por malos tratos a su expareja.
Los hechos se remontan a los meses de julio y agosto de 2015. El acusado (J.A.C.F.), cuando se encontraba en el interior del vehículo oficial, del que hacía uso por su condición de Guardia Civil, en compañía de R.S.C. (la supuesta víctima), inició una discusión con ella, le tiró del pelo y le dio un puñetazo en la pierna izquierda, causándole un moratón.
A raíz de esta agresión, R.S.C. decide poner fin a la relación, aunque no lo hizo de manera definitiva hasta finales de agosto, cuando se agravó la conducta violenta del acusado y se produjeron distintos episodios en la vivienda del procesado, donde tras otra discusión "la empujó, cayendo como consecuencia de ello contra la pared".
Una vez rota la relación, el acusado la siguió amenazando, y desde el 15 de julio de 2015 al 16 de julio de 2016, "accedió, haciendo un uso indebido, con la contraseña que tenía en su puesto de trabajo, a las bases de datos de la Guardia Civil, con el fin de obtener información personal de la víctima".
El abogado del supuesto agresor, Juan López, explicaba que el ministerio público ha notado un fallo en la calificación que hizo inicialmente en las conclusiones provisionales, y para evitar la nulidad del juicio por defecto de competencia lo anunció con carácter previo y pidió la inhibición, dado que la revelación de secretos lleva aparejada una pena de inhabilitación absoluta que excede la competencia del juzgado de lo penal.
Se le mantiene un delito de malos tratos, por el que se piden tres años, otros tres delitos de malos tratos a un año por cada uno de ellos, dos años por el delito continuado de amenazas y cuatro por el delito de descubrimiento y revelación de secretos.
