Un individuo, que actuó a cara descubierta, atracó este viernes por la noche, poco antes de las nueve y media, la estación de servicio Miño, que está al pie de la carretera Nacional VI (Madrid-A Coruña), en A Tolda.
El asaltante, que aprovechó la complicidad de la noche y que apenas había circulación en la zona para cometer el robo, simuló que portaba una pistola para amenazar a la única empleada que se encontraba en ese momento atendiendo esta gasolinera que está en las afueras de la capital lucense. Tampoco había clientes repostando combustible.
El ladrón no mostró el arma de fuego en ningún instante a la víctima y apuntó a la trabajadora con la supuesta pistola que ocultaba en uno de sus bolsillos. La empleada, a la que sujetó con fuerza para que le acompañase hasta la caja registradora, estaba muy nerviosa.
SE BUSCA UN COCHE. Tras hacerse con el botín, el atracador, que hablaba en castellano, emprendió la huida en un turismo. El modelo del vehículo, según la descripción facilitada por la víctima, fue difundido entre las diferentes fuerzas de seguridad para que intenten dar con su paradero. El caso está siendo investigado por la Policía Nacional.
Los atracos a las gasolineras ya no son tan frecuentes como antaño. Hoy en día este tipo de establecimiento son noticia a veces porque algún cliente se marcha sin pagar tras repostar carburante en su vehículo.