Atraca en Lugo una oficina de Abanca a punta de pistola y se lleva unos 3.000 euros

El ladrón entró en la oficina cuando solo estaban los tres trabajadores y no había clientes
Avenida Adolfo Suárez, donde tuvieron que intervenir los servicios de emergencias. AEP
photo_camera Avenida Adolfo Suárez, donde está el Abanca en el que se produjo el atraco. AEP

La oficina de Abanca situada en la Avenida Adolfo Suárez fue el pasado miércoles escenario de un atraco a punta de pistola, en el que un hombre amenazó a tres trabajadores y logró llevarse más de tres mil euros. El personal presentó denuncia ese mismo día ante la Policía Nacional, que ya inició su investigación.

Los hechos tuvieron lugar a la una y media del mediodía, en un momento en el que en la oficina no se encontraba ningún cliente. Estaban presentes tres trabajadores, uno de ellos la subdirectora, cuando entró un hombre con la pertinente mascarilla y una gorra y sacó una pistola que llevaba en el bolsillo. Apuntándolos con el arma les pidió que le dieran todo el dinero que tuviesen en la oficina en ese momento.

Una de las trabajadoras se vio totalmente paralizada por los lógicos nervios del momento. Su compañero pidió al hombre que mantuviera la calma y que no se pusiera nervioso, mientras le aseguraba que le daría el dinero. Finalmente, el atracador, que no dejó de apuntar al personal del banco en ningún momento, logró llevarse más de 3.000 euros.

Aunque el atraco no se prolongó mucho en el tiempo y el hombre entró y salió de la oficina en pocos minutos, se vivieron momentos de mucha inquietud porque se dirigió en todo momento a los trabajadores con el arma en la mano, que solo volvió a guardar al abandonar el lugar.

Los últimos atracos en bancos de la provincia tuvieron lugar en A Pastoriza y Castro

El director de la oficina, que se encontraba haciendo unas gestiones fuera de las instalaciones, llegó poco después, encontrándose a los trabajadores muy nerviosos y afectados. Todos prestaron declaración ante la Policía, pero la descripción del autor de los hechos es necesariamente muy poco concreta. La combinación de mascarilla con gorra hace que resulte difícil dirimir cómo era el físico real del atracador. Las imágenes grabadas por las cámaras tampoco ayudan mucho por ese mismo motivo.

El suceso se trata de un hecho inusual porque, aunque los bancos son en ocasiones objeto de intentos de robo, ya no suelen serlo de esta manera, con la presencia de un atracador armado. Los más recientes son los que tuvieron lugar este año en varios puntos de Galicia, como en mayo en A Pastoriza y en agosto en Castro de Rei.

El hombre entró en la entidad con la mascarilla y una gorra, por lo que resulta muy difícil conocer su físico real

En esos casos, los ladrones, ya detenidos, colocaron explosivos en los cajeros para llevarse el dinero con muy desiguales resultados. En el caso de A Pastoriza lograron hacerse con 30.000 euros, mientras que en el de Castro, pese a los considerables destrozos causados en la oficina, no se hicieron con botín alguno.