Un ático alquilado hecho un «estercolero»

La propietaria de un piso se lo encontró lleno de bolsas de basura y heces de perro cuando lo dejó libre sun inquilina morosa ►La afectada siente «indefensión» porque llevó a juicio a la arrendataria por daños y el magistrado no le dio la razón

El ático, lleno de basura. EP
photo_camera El ático, lleno de basura. EP

LUGO. Cuando el cerrajero abrió la puerta del ático que acababa de dejar libre la arrendataria, a su propietaria se le «cayó el alma a los pies» y el olor que percibió era «irrespirable».

El inmueble parecía «un estercolero», porque, según enumera su dueña, estaba lleno de bolsas de basura, alimentos putrefactos, heces, orina y pelos de animales, ropa vieja, paredes con humedades por no airear y enseres destrozados.

«Fue una experiencia demoledora, no solo por cómo me dejó el piso, sino también por la indefensión que sentí», recuerda la afectada.

Esta lucense le alquiló a una joven «de cara angelical» el ático que tenía en el barrio de A Residencia de la capital lucense, que llevaba arrendando desde hacía casi 20 años «sin problema alguno».

La joven le presentó el contrato laboral de camarera que tenía y la matrícula del ciclo que estaba cursando en un instituto de Lugo. Pagó la fianza y la primera mensualidad, que ascendía a 200 euros.

Pero todo cambió. Comenzaron los impagos y pasó de ser una arrendataria idónea a molesta. Acogió dos perros de gran tamaño, que dejaba solos en casa casi todo el día, por lo que se sucedieron las quejas de sus vecinos. Oían corretear y ladrar a los canes e incluso estos saltaban a la azotea de otro inquilino.

OLOR NAUSEABUNDO

Cuando el cerrajero abrió la puerta de la vivienda, el olor que percibió la dueña era «irrespirable» por la suciedad acumulada

DESPERFECTOS

La propietaria presentó una denuncia judicial, que no prosperó, por los daños sufridos, que cifró en más de 9.000 euros

Harta por las molestias que causaba a los vecinos y por los impagos la propietaria le pidió a la arrendataria que hiciese las maletas y abandonase la vivienda.

«AMENAZAS». La respuesta que obtuvo por parte de su inquilina «de cara angelical» fueron «amenazas», tales como «te voy a destrozar el piso», según cuenta la afectada, que hasta esta experiencia había alquilado esa vivienda a lo largo de los últimos casi 20 años.

La joven optó por marcharse, con media docena de mensualidades adeudadas, cuando recibió una citación. Pero no devolvió las llaves y «destrozó todos los muebles», precisa la dueña.

La afectada llevó a la que fuera su inquilina a juicio por daños. Le reclamaba más de 9.000 euros porque dice que tuvo que «reformar» toda la vivienda. En la causa presentó fotografías de los destrozos y de la basura acumulada, un informe pericial y el testimonio de varios vecinos, pero no prosperó su demanda. El magistrado no falló en contra de la morosa.

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