Todo cambio requiere un periodo de adaptación. A eso se tendrán que enfrentar a diario cientos de conductores en Lugo tras la profunda reestructuración del tráfico que entraba este martes en vigor por las obras para peatonalizar la Ronda da Muralla en A Mosqueira. En esta primera jornada se vivieron momentos de caos en la circulación, con automovilistas despistados que desconocían los cambios de sentido y otros impacientes, que hicieron sonar las bocinas más de lo habitual.
Los atascos se concentraron en dos horas punta, entorno a las nueve de la mañana y a las dos de la tarde, coincidiendo con la entrada y salida en los nueve colegios e institutos que se encuentran en el entorno de la zona regulada. Un problema que ya es frecuente en la ciudad por los estacionamientos en doble fila a las puertas de los centros escolares, aunque este martes se vio acentuado. El resto del día la circulación fue fluida.
El kilómetro cero de esas retenciones fue la glorieta Xaquín Lorenzo Xocas -antes Irmáns Pedrosa-. La cola de vehículos llegó a ser kilométrica, pues entre las ocho y media y las nueve de la mañana hubo momentos en que iba desde ese cruce de caminos hasta la Ronda da Muralla a la altura de la gasolinera Martínez. La incorporación a está ultima vía desde Noriega Varela y Rúa Santiago resultó a esa hora más complicada de la cuenta.
El teniente de alcalde y concejal de infraestructuras y movilidad, Rubén Arroxo, destacaba que la peatonalización de A Mosqueira y la entrada en servicio, también este martes, de las nuevas líneas de los buses urbanos son "os dous cambios máis importantes nos últimos anos" en la capital lucense.
Rubén Arroxo coincidió en que uno de los puntos en los que se concentró ese caos circulatorio fue la confluencia de la Rúa Vilalba con Ramón Ferreiro y situó otro en la Rúa Hermanitas, que en este caso atribuyó a que los conductores desaprovecharon el carril de la derecha para incorporarse a San Roque, porque creían que era solo de acceso a Catasol.
Mientras el concejal ofrecía una rueda de prensa en la nueva dársena del transporte público en la Praza de Bretaña, un lucense que circulaba en patinete eléctrico por la zona mostraba su desaprobación con los cambios gritando que "no tienen sentido ninguno".
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Rubén Arroxo también atendió las críticas de un vecino del entorno de la estación de autobuses, que le trasladó las demandas de los negocios de la zona para que se implante un sistema de aparcamiento como el de la Ora debido a los problemas de estacionamiento que hay. El teniente de alcalde le recordó que ese sistema esta "xudicializado" y que con la restructuración se ganan unas 100 plazas.
El edil comparó la situación vivida este martes por el corte del tráfico en la Ronda da Muralla con la registrada con los cambios llevados a cabo en el tráfico en A Milagrosa, en donde "os dous primeiros días foron caóticos, pero o terceiro non e xa funciona con normalidade", explicó Arroxo, que prevé que a finales de año ya esté peatonalizada A Mosqueira.
