Ataca al educador del centro de acogida de su hija y le imponen 9 meses de cárcel

La niña, declarada en desamparo, estaba en régimen de día. El trabajador la llevó a su casa, pero vio al padre ebrio y no se la dejó
La Audiencia de Lugo. AEP
photo_camera La Audiencia de Lugo confirmó el fallo. AEP

El juzgado de lo Penal número 1 de Lugo impuso una condena de nueve meses de prisión a un hombre acusado de amenazar y golpear al educador familiar de su hija, menor de edad, que había sido declarada en situación de desamparo por la Xunta de Galicia. El hombre montó en cólera cuando el trabajador le dijo que no le iba a entregar a la niña porque percibía que estaba ebrio.

La sentencia considera probado que el 5 de febrero de 2016, sobre las ocho de la tarde, un educador del centro de acogida en el que estaba la hija del acusado acudió a casa del hombre para entregarle a la niña. La menor estaba en el centro en régimen de día, tras ser declarada en situación de desamparo por el Equipo del Menor de la Consellería de Benestar de la Xunta de Galicia.

El educador y la pequeña se desplazaron hasta el domicilio del acusado, pero no estaba. Sin embargo, justo cuando iban a marcharse, el hombre apareció "en visible estado de embriaguez". El educador le dijo al padre que no iba a dejarle a la niña, "a la vista de su estado", y el progenitor comenzó a insultar al educador con expresiones como: "Voute matar" o "si me quitáis a mi hija os mato".

Además, en un momento del enfrentamiento, el hombre se dirigió al trabajador y le propinó un puñetazo en la boca del estómago. Tras la agresión, la víctima acudió a un centro de salud, donde le diagnosticaron "una contusión en el epigastrio" y un trastorno de "ansiedad reactiva".

Por estos hechos, el padre fue acusado de un delito de atentado, un delito leve de lesiones y otro de amenazas, por los que fue condenado a nueve meses de prisión y multas de 135 y 90 euros, respectivamente. Además, la jueza del Penal número 1 de Lugo le impuso al hombre la obligación de indemnizar al educador en la cantidad de 150 euros por las lesiones que le ocasionó cuando le propinó el puñetazo.

La magistrada le reconoció al hombre la atenuante de embriaguez, al considerar probado que atacó al educador cuando se encontraba "bajo la influencia de bebidas alcohólicas". El letrado de la defensa intentó también que le aplicaran otra atenuante por dilaciones indebidas, pero la jueza concluye que "no se derivaron situaciones de paralización del procedimiento, que pudieran llevar a la aplicación de tal atenuante". La defensa recurrió la condena ante la Audiencia Provincial de Lugo, que confirmó el fallo, por lo que la sentencia ya es firme.