Aspnais, la estrategia que cerró la puerta al virus

El plan de seguridad diseñado ya antes del estado de alarma se ha probado eficaz y los 43 internos y el personal se mantienen sanos
Personal de Aspnais equipado para trabajar. EP
photo_camera Personal de Aspnais equipado para trabajar. EP

Aspnais se anticipó al estado de alarma y su estrategia se ha probado acertada: el virus no ha logrado traspasar los muros de la residencia y tanto los 43 residentes como los trabajadores se mantienen sanos y salvos.

El plan de seguridad establecido ya antes de que la pandemia se extendiera que a todos los residentes se les tomara la temperatura por la mañana y por la noche, para atajar cualquier infección.

Por seguridad, además, se acondicionaron dos habitaciones por si fuera preciso el aislamiento de algún interno sospechoso de haber enfermado.

Personal e internos usan mascarillas y se toman la temperatura dos veces al día. Se prepararon dos áreas de aislamiento

Además, se implantó el uso de mascarillas y elementos de protección tanto por parte de los internos como de los trabajadores. El método ha funcionado también, según ponía en valor ayer el presidente de la asociación, José Reigosa. Este destacaba, además, que en este momento están bien abastecidos de material de protección, ya que la Xunta les envió una remesa importante, con batas, guantes, desinfectante...

Aspnais estableció ese sistema de seguridad para su residencia y cerró el centro de día y los talleres, en los que trabajan muchos miembros de la asociación. Los usuarios de esas actividades permanecen en sus casas, pero también se encuentran bien. Se hacen rondas periódicas de llamadas a las familias para comprobar su estado y hasta ahora ninguno ha tenido ningún problema, reseñaba este miércoles Reigosa.

Al principio del confinamiento, el presidente de Aspnais ya ponía en valor el hecho de que muchos de los usuarios viven en casas de la zona rural, lo que les permite en la mayoría de los casos disponer de jardines que les sirven de esparcimiento.

Esa misma ventaja tienen los internos en la residencia de la Rampa de Claudio López, que cuenta con una espaciosa zona verde. Eso sí, también se establecieron protocolos de seguridad a la hora de disfrutar de los jardines, ya que se trata de guardar las distancias de seguridad incluso en un centro con tantos internos y trabajadores.

El protocolo de seguridad que puso en marcha la entidad incluyó desde el primer momento la reorganización de los trabajadores en cuatro grupos y cada uno de ellos trabaja una semana.

El cuadro de personal se reorganizó con miras a tener siempre equipo en la reserva en el caso de que alguien se contagiara.

Hoy siguen libres del virus y las habitaciones de aislamiento siguen cerradas.

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