Si es verdad que en este país la única manera de que reconozcan tus méritos es morirte, Miguel Couto tuvo el privilegio de asistir este jueves a su entierro, al menos como concejal. El ya exedil de urbanismo recibió el halago unánime de todos los grupos del pleno, especialmente significativos en el caso de la oposición, pero se despidió sin ofrecer ninguna explicación a su marcha, más allá de lo que supone el inicio de una nueva etapa.
"Foi unha honra para min formar parte desta corporación nuns momentos tan difíciles", afirmó Couto en un tono cariñoso y sentido, pero matizado por la lejanía de las conexiones virtuales. En una brevísima intervención, agradeció a la alcaldesa, Lara Méndez, "a confianza que depositou en min", aunque no aclaró qué fue lo que finalmente rompió esa confianza entre ambos.
El desacuerdo en los últimos nombramientos de los jefes de servicio de su área sigue siendo, entonces, la principal hipótesis para la repentina renuncia de uno de los miembros del gobierno mejor valorados. Couto también se dirigió a los portavoces de PP, Cs y BNG: "Grazas polas vosas palabras sobre o meu traballo, que intentei facer con moita paixón e dedicación e co único obxectivo de favorecer os intereses dos lugueses e de Lugo, que é o que me motivou a participar, colaborar polos demais".
Antes, Olga Louzao, en nombre de Ciudadanos, le había deseado "moita sorte" y le había agradecido "o seu labor urbanístico. Sempre tivo a man tendida con nós para dialogar e facilitarnos información, algo ao que non estabamos acostumados neste Concello. Puxo empeño, traballo e paixón", dijo la portavoz de Cs.
No menos considerado fue el popular Ramón Carballo: "É importante que haxa xente así en política, onde se agradece ter capacidade de traballo, de diálogo e as ideas claras. Sempre soubeches responder as nosas preguntas sabendo do que falabas, non o facías de oídas. Nosas desculpas se algunha vez te ofendemos no debate político con palabras inapropiadas".
GOBIERNO. El nacionalista Rubén Arroxo también se sumó al coro y calificó como "un pracer" haber podido trabajar con Miguel Couto, pero fue Lara Méndez la encargada del último réquiem.
La alcaldesa parecía realmente afectada, si bien es cierto que lo había estado durante todo el pleno. Méndez, todavía sin reincorporarse a su despacho a causa del covid, mostró signos evidentes del paso de la enfermedad: voz débil, palidez, sudores, rostro cansado y tos frecuente.
"Grazas infinitas, Miguel", dijo Méndez, "porque desde a nosa primeira conversa no meu despacho diches o si sen pensalo. Foron dous anos duros de traballo e dedicación desde o minuto cero. Só podo expresar o meu agradecemento polo teu labor en beneficio da cidade de Lugo e das persoas". La regidora deseó a su excolaborador "sorte nesta nova etapa. As portas do Concello, tanto profesional como persoalmente, estarán abertas para ti despois deste dous anos de dedicación exclusiva en corpo e alma".
Tras estas palabras, el pleno declaró su pésame oficial por el reciente fallecimiento del que fue empleado municipal José Díaz Gómez, del servicio de aguas. Y finalizó el sepelio.
Ramón Carballo, portavoz del PP: "É importante que haxa xente así en política, con capacidade de traballo e de diálogo e as ideas claras"
Olga Louzao, portavoz de Ciudadanos: "Sempre tivo a man tendida con nós, algo ao que non estabamos acostumados neste Concello"
Rubén Arroxo, portavoz del BNG: "Quero sumarme ás palabras de apoio que se dixeron. Foi un pracer poder traballar en colaboración contigo"
