PERFIL | Así se forjó un gran empresario lucense

 Lence entró en el sector lácteo casi por casualidad tras vender leña, despachar gasolina y traer tractores de segunda mano de Andalucía

Jesús Lence. J. VÁZQUEZ (AEP)
photo_camera Jesús Lence. J. VÁZQUEZ (AEP)

Jesús Lence, uno de los principales referentes del sector lácteo gallego, empezó en otra industria muy diferente, pero con la que no ha perdido contacto. Con 25 años y un crédito de 300.000 pesetas de las de entonces, construyó una gasolinera en O Corgo. Fue allí donde un transportista que llevaba leche en la ruta Vegadeo-León y al que acosaban las deudas (entre ellas al propio dueño de Leche Río) le ofreció que se hiciera cargo de su negocio. El empresario lucense se hizo con dos camiones operativos y tres cisternasparadas movido, según cuenta, por la juventud, el atrevimiento, el interés por no perder el dinero que se le adeudaba y las ganas de emprender otra actividad.

El joven gasolinero nacido el 1 de septiembre de 1940 en Outeiro (Castroverde) se encontró transportando leche desde Francia a todas las centrales lecheras de España, de Vigo a Jerez de la Frontera. Haciendo eso y convenciéndose, de paso, del absurdo de recoger el producto en bidones, que se echaba a perder con el calor. A mediados de los 70, con el cierre de la importación de la leche gala, abreun centro de recogida en Baralla y siembra las explotaciones de tanques de frío. Nace Refrileche, germen de Leite Río, que vende todo lo que recoge a Leche Pascual.

SUS FRASES

El 60 o 70% de los ganaderos son verdaderos profesionales

Lo de que todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario es mentir

Las leches son casi todas iguales. Lo que cambia es el tipo de envase. Dentro es todo blanco

"Las primeras vacas lecheras las trajimos nosotros. Vino en dos ocasiones un tren entero de vacas, el primero de Aranda de Duero, de ganaderías de Pascual, y después de Dinamarca. Alguna parió por el camino. Y el primer tanque de frío que hubo en Galicia lo compré yo y se puso en Arzúa en el año 1965. Aquello había sido una revolución y aquella revolución la montó Jesús Lence. Pero agua pasada sada no mueve molino, toda esa experiencia no cuenta para nada, hay que adaptarse a los tiempos y estamos en un mundo distinto y hay que ajustarse y el que no se ajuste que se atenga a las consecuencias". Así se explayaba con nuestro compañero Camilo Friol en una entrevista publicada hace un año en Campo Galego.

Una fábrica de quesos en Riotorto —municipio que da nombre a la firma Leche Río—, un nuevo centro de recogida en Santa Comba (A Coruña) y una planta de llenado en Veiga de Anzós (Láncara) dan muestra de la hiperactividad de un trabajador incansable que acabaría abriendo en O Ceao la sede central del grupo.

SUS FRASES

Prefiero competir con profesionales como los de Lactalis que con aventureros que tiran los precios de la leche

¿Que si tengo mala leche? ¡Ya veo que va con segundas la pregunta... No. Si no, pues no se vende

Básicamente trabajo para entretenerme

Antes de triunfar en el sector lácteo y de convertirse en el empresario de éxito que era, Lence se había dedicado a actividades tan dispares y humildes como despachar gasolina y vender leña y carbón —como hacía su familia— y a traer tractores de segunda mano de Andalucía. En todas ellas puso el máximo empeño y dejó su impronta de persona tenaz, emprendedora y decidida.

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