Lugo convocó el domingo la vígésima edición del certamen de pintura al aire libre y el resultado no defraudó. Pese al Covid, hubo casi tantos participantes como en años anteriores y en la exposición que cerró la jornada se vieron obras que encandilaron a los lucenses.
Al final, el primer premio fue para Andrés Gabarres, pintor joven pero ya con una dilatada trayectoria en el mundo del arte y que ha participado en numerosos concursos de pintura rápida.
El segundo puesto del certamen fue para Rafael Carrascal y el tercer premio se otorgó a Miguel Anxo Martínez.
Los tres primeros premios recibieron del Concello una gratificación de 1.600, 1.100 y 900 euros, respectivamente.
Hubo además cinco accésits, con un premio de 300 euros, que se concedieron a Isabell Seidel, Pablo Rodríguez, Benjamín Castillo, Fernando Sánchez y Piedad Santamaría.
En cuanto al premio para el artista local, dotado con 450 euros, el jurado optó con concedérselo a Ruth Miguel Díaz entre los nueve participantes de esa categoría. El tribunal lo formaron Encarna Lago, Iago Eireos y Noa Persán.
El concurso sirvió para retratar el Lugo actual, como viene haciendo desde hace veinte años, y también para generar un patrimonio para el Concello, ya que las obras premiadas pasan a formar parte del fondo municipal.
El Concello conserva esos cuadros y muchos de los premiados en años anteriores se exponen en distintos espacios municipales. Pero, además de las obras, el Ayuntamiento conserva también los derechos de reproducción.
El Concello convoca el certamen, que está plenamente consolidado en el calendario cultural lucense, en opinión de la edil de cultura, Maite Ferreiro.
Y esa consolidación se notó en que ayer participaron en la cita 38 artistas, muchos vecinos de fuera de la ciudad. Fue un número muy similar al del año pasado, en un tiempo sin pandemia, cuando la cita pictórica de la capital reunió a 40 artistas.
Los participantes volvieron a recrear los espacios más singulares de la ciudad, desde los más reconocidos y monumentales, como la muralla o la Praza Maior, a los más recogidos y, al final de la jornada, muchos lucenses se acercaron a conocer esos "retratos" de la ciudad, que se expusieron durante dos horas en la Praza Maior.
La cita pictórica contribuyó, de paso, a llenar durante toda la jornada de vida la ciudad, donde se veía un movimiento turístico más intenso del acostumbrado en estas últimas jornadas de un verano que está resultando tan atípico.
Quizás por la proximidad de la fiesta de Santiago, también empezaron a tener más presencia ayer los peregrinos, con algún grupo grande que aprovechaba la ruta jacobea para descubrir la ciudad y que tuvo ocasión de disfrutar de la creación in situ de los artistas, ya que estos provocaron la curiosidad de propios y extraños.
Junto a los pintores, el centro de la ciudad también disfrutó este domingo por la mañana de una animada vidilla debido a que se celebró una nueva edición del mercado de antigüedades.
El teniente de alcalde, Rubén Arroxo, estuvo al frente del acto de entrega de premios que cerró el concurso de pintura.
