El arte de la inclusión

El colegio Paradai es el primero de la provincia de Lugo que participa en el programa internacional de la Fundación Yehudi Menuhin, que fomenta entre los escolares valores como el respeto, la igualdad y la diversidad cultural a través del teatro, la danza o la música
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photo_camera Ramiro Neira se dirige a su elenco infantil de actores en una de las aulas de Paradai. SEBAS SENANDE

Un enorme mural en ocho lenguas con el mensaje "Si aceptamos a la gente como es, empezamos con buen pie" preside los pasillos del colegio Paradai, en cuyas aulas estudian infantil y primaria 307 alumnos de una veintena de nacionalidades. Este crisol de culturas ha propiciado que este centro público de la capital lucense participe en el programa MUS-E, que apadrina la fundación que fue creada hace 30 años por el violinista y director de orquesta Yehudi Menuhin.

Este programa, implantado en más de 800 colegios de once países europeos y de Israel, pretende, a través de diferentes disciplinas artísticas, mejorar la convivencia, la tolerancia, el respeto, la valoración de la diversidad cultural o la autoestima de los alumnos, entre otros valores.

Paradai es el único colegio de la provincia de Lugo que participa. Para esta primera experiencia, con afán de continuidad, ha elegido a los alumnos de 1º y 3º de primaria, unos 80 de entre 6 y 9 años de edad, pues se intenta inculcar estos valores desde edades tempranas.

Los talleres se imparten dos días a la semana, lunes y miércoles, en horario lectivo y en presencia del tutor. En las primeras sesiones el hilo conductor ha sido el teatro y en las próximas semanas se incorporará la danza.

Ramiro Neira: "No se busca una finalidad artística, sino que los alumnos compartan, hablen entre ellos, lleguen a acuerdos..."

El director de teatro y actor Ramiro Neira, que coordina el programa en las provincias de A Coruña y Lugo, afirma que las disciplinas artísticas son "herramientas educativas que permiten trabajar en grupo, el diálogo, la gestión de emociones, la creatividad, la resolución de conflictos, la igualdad...".

"Todo está bien hecho siempre que cumplan dos normas: respeto, a uno mismo, a los demás y al espacio en el que trabaja, y confianza", añade.

Ramiro Neira aclara que con este proyecto "no se busca una finalidad artística, sino que los alumnos compartan, que hablen entre ellos, que lleguen a acuerdos...".

MAGIA CON UNA SILLA. Algo tan sencillo como echar a volar la imaginación para representar los diversos usos que se le pueden dar a una silla (cohete, caballo...) sirve de disculpa para captar la atención de los menores.

Marta Castro: "Estamos satisfechos con la labor que se hace para fomentar la convivencia, la igualdad, el trabajo en equipo..."

A Josué, un alumno de 9 años que cursa 3º de primaria, le encanta esta iniciativa porque le permite "estar siempre" con sus amigos, "juntos, con confianza". Recuerda que en una de las sesiones de la semana han trabajado que "todos somos iguales".

"Estamos todos juntos y nos lo pasamos muy bien. Contamos nuestros buenos momentos de la semana. Tenemos más imaginación", explica con desparpajo Nagore, de 8 años, que es también alumna de 3º de Primaria.

En las próximas semanas los estudiantes del colegio Paradai trabajarán también con la danza de la mano de Gael Zarza, de la escuela Gravitty. La Fundación Yehudi Menuhin intenta alistar a artistas locales para impartir este programa.

Gael Zarza: "Me gusta que se use el arte como vehículo para la estabilidad emocional, para encauzar a los niños en sus relaciones"

"Me gusta mucho que se use el arte en las clases como vehículo para la estabilidad emocional, para encauzar a los niños en sus relaciones...", asegura este bailarín y deportista.

MECENAS. El colegio Paradai llegó a MUS-E de la mano de la Fundación Paideia, creada por Rosalía Mera. La pandemia, cómo no, retrasó nueve meses su puesta en marcha, que estaba prevista inicialmente para la pasada primavera.

Aunque está dando los primeros pasos, la directora de este centro educativo, Marta Castro, se mostraba satisfecha con "la labor que se está llevando a cabo para fomentar la convivencia, la igualdad, el trabajo en equipo...".

Marta Castro aprovechaba para decir que esa relación con la Fundación Paideia "fue de lo mejor que nos pudo pasar" porque ha financiado la nueva aula informática, con 26 ordenadores, y el patio de juegos para primaria.

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