El teniente de alcalde, Rubén Arroxo, explicó que el interior de la muralla será una zona de bajas emisiones, una obligación que estará recogida en la nueva Ley de Cambio Climático para el 2023. Recordó que ya se está convirtiendo en un área con esas características al tener gran parte de sus calles peatonales.
"Desde o goberno de Lugo continuamos avanzando nunha cidade máis sostible, reducindo a contaminación ocasionada polos vehículos a motor, e cumprindo cos obxectivos internacionais de sostibilidade", dijo.
Las zonas de bajas emisiones serán obligatorias a partir del 1 de enero de 2023 en todas las ciudades con más de 50.000 habitantes. En ellas estará restringido el acceso a todos los vehículos excepto para residentes, vehículos de emergencias, transporte público y servicios.
Arroxo también apuntó que la disminución del tráfico se percibe también en la Ronda "onde se reduciu a circulación en 30.000 vehículos ao mes con respecto ao 2019", dijo. Según explicó, esta permitió evitar la emisión de 20 toneladas de CO² cada mes.
Además, también avanzó que las nuevas líneas de transporte público contribuirán a que todavía sean menos los vehículos en circulación por las calles de Lugo porque habrá "mellores frecuencias e conexión con máis zonas da cidade". Todas esas medidas, según dijo, facilitarán crear la zona de bajas emisiones.
