El teniente de alcaldesa, Rubén Arroxo, acompañado del concejal de infraestructuras urbanas, Alexandre Penas, visitó los equipos de arqueología que están finalizando las catas arqueológicas de A Mosqueira.
Arroxo destacó la importancia de esta excavación, ''que nos permitiu ampliar os coñecementos sobre a cimentación da muralla, e ampliar a documentación coa que contamos sobre este treito'', por lo que ''os traballos realizados neste treito poderían ser os primeiros dunha serie''.
Se trata de la primera vez en la que se realiza una cata transversal en la muralla, lo que permitió a los equipos de arqueología contar con una aproximación muy real sobre la estratificación de la zona y el inicio del foso.
Los trabajos realizados demuestran que la muralla contaba con un sistema defensivo de 60 metros de ancho, que incluiría un foso de unos 25 metros, un intervallum (ronda interior) de 9 metros, un lienzo de 7 metros y 6 metros de cubo. Se encontraron también canalizaciones, lo que demostraría la existencia de agua en el foso, cuya profundidad se estima en 4 o 5 metros.
Por su parte, el responsable arqueológico de las obras, Roberto Bartolomé, dio por prácticamente finalizadas las catas, a falta solo de acabar de topografiar y fotografiar los restos de foso en los que se ha trabajado. Se han encontrado muy dañados por intervenciones anteriores.
En los próximos días se procederá a tapar la zanja para continuar las obras, en las que no espera encontrar restos históricos importantes.
Arroxo destacó que ''esta actuación servirá como espello de como se pode humanizar o entorno do monumento máis importante de Lugo coa retirada de vehículos''.
