Arrestado por insultar a peatones y golpear el mobiliario urbano

Protagonizó desórdenes públicos desde San Roque hasta Bispo Aguirre, en donde fue detenido y trasladado a la unidad de Salud Mental del Hula
La intervención policial en Bispo Aguirre. SEBAS SENANDE
photo_camera La intervención policial en Bispo Aguirre. SEBAS SENANDE

Un delincuente habitual, de unos 40 años, protagonizó este miércoles desórdenes públicos a lo largo de su alterado paseo desde San Roque hasta la Rúa Bispo Aguirre, en el que incordió a los transeúntes con los que se iba cruzando y golpeó mobiliario urbano, como papeleras. Atemorizó a varios peatones, aunque no llegó a agredir a ninguno.

Esa errática peregrinación por la capital lucense culminó en el cruce de esta céntrica vía peatonal con la calle Anxo López Pérez, en donde fue arrestado por agentes de la Policía Nacional.

Tuvieron que intervenir en este suceso dos patrullas de la Policía Nacional, cuyos servicios fueron requeridos por ciudadanos que fueron testigo de esos desórdenes público.

El arrestado, de 40 años, es un viejo conocido de las fuerzas de seguridad por su currículo plagado de antecedentes

La hora a la que se registraron estos incidentes, alrededor de las cuatro de la tarde, y el céntrico escenario donde tuvieron lugar propiciaron que fueran muchas las personas que los presenciaron, entre ellos grupos de adolescentes que se encaminaban a actividades extraescolares.

AMPLIO HISTORIAL. El detenido es un viejo conocido de las fuerzas de seguridad debido a que cuenta con un currículum plagado de antecedentes, algunos de ellos cometidos en el entorno de la estación de autobuses de la capital lucense, que suele frecuentar.

Tras el arresto de este delincuente habitual, los sanitarios de una ambulancia lo trasladaron, escoltados por agentes de la Policía Nacional, a la unidad de Salud Mental del Hospital Universitario Lucus Augusti (Hula).

Esta unidad es, por cierto, una de las dependencias del centro sanitario de la capital lucense en donde, según ha trascendido en los últimos días, los vigilantes de seguridad privada tienen que realizar más intervenciones por la actitud violenta que suele mostrar alguno de sus pacientes.

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