El arranque del San Froilán deja 305 toneladas de basura

El Parque acogió un macrobotellón y, pese al refuerzo del dispositivo de limpieza, la falta de civismo hizo que algunos olieran mal
Limpieza del casco histórico. EP
photo_camera Limpieza del casco histórico. EP

La empresa de limpieza de la ciudad recogió este fin de semana, desde la noche del viernes hasta el lunes a las cinco de la mañana, 305.260 kilos de basura, según los datos aportados por el gobierno local. La media diaria de basura que se recoge en la ciudad es de 118.539 kilos, según el balance de 2018.

La noche en que se generó más basura fue la del viernes al sábado, cuando los servicios de limpieza retiraron 130.440 kilos. El domingo, el balance fue de 85.560 kilos, y el lunes, hasta las cinco de la madrugada, de 89.260 kilos, según los datos aportados por la concejalía de desarrollo local sostenible.

Este departamento, que dirige el socialista Álvaro Santos, puso en marcha este año algunos cambios en el dispositivo especial de limpieza de las fiestas, como contenedores itinerantes, que se recolocan en función del programa de actos para que no falten en los puntos de mayor concentración de gente. También hay un recolector que pasa a partir de las seis de la mañana para retirar residuos de bares y restaurantes.

Las zonas donde más tienen que emplearse los operarios son aquellas en las que hay conciertos, ya que acaban convirtiéndose en espacios de botellón. Aunque la principal concentración de jóvenes bebiendo se produjo de nuevo en el parque Rosalía de Castro. El sábado, el macrobotellón impresionó incluso a la Policía Local, pero el lugar estaba en perfecto estado de revista el domingo por la mañana, para la ofrenda a Rosalía de Castro.

El Concello también colocó 43 baños portátiles, 13 de ellos aptos para personas con discapacidad o movilidad reducida. Se limpian un mínimo de dos veces al día y algunas cabinas tienen ducha, pensando en los feriantes.

Pese al refuerzo del dispositivo de limpieza, resultó inevitable que algunos puntos desprendieran olor a orín, como sucedía el domingo en la Praza de Santa María, cerca de la catedral.

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