El arquitecto que litiga con el Círculo ve "legítimo" reclamar 210.000 euros

Dice que exige el cumplimiento del contrato que se fi rmó y no descarta más reclamaciones legales porque entiende que se ataca su honor
Arturo Silvosa. EP
photo_camera Arturo Silvosa. EP

El arquitecto Arturo Silvosa Pérez, a través de su abogado, emitió ayer un comunicado defendiendo que ha presentado "una reclamación legítima" al Círculo de las Artes "por honorarios acordados y aplazados por trabajos ya realizados íntegramente y cobrados solo en parte y, por tanto, debidos, y una indemnización por otros trabajos igualmente encargados y contratados, los cuales he tenido conocimiento que no se iban a realizar".

Una vez que la asamblea del Círculo acordó recientemente autorizar a la directiva a denunciar al arquitecto, que reclamó a la sociedad 210.000 euros más intereses legales por un proyecto encargado hace veinte años, Silvosa sostuvo que antes de dar el paso de reclamar en el juzgado intentó "en numerosas ocasiones alcanzar de buena fe un acuerdo amistoso con las distintas juntas directivas, y formalmente mediante burofax de 2016 y conciliación de 2019".

Sostiene que él no ha elegido la vía judicial, sino que se ha visto obligado a ella, "ante las evasivas y silencios recibidos".

El arquitecto repasa la historia del frustrado proyecto del club de campo y remarca que "en 1989, tras adquirir la sociedad los terrenos de Labio con la finalidad de ejecutar en el futuro el complejo social-deportivo", la entidad encargó un primer anteproyecto a dos arquitectos, ajenos a él, "con un programa de necesidades y presupuesto que nada tiene que ver con el posteriormente encargado a mi persona".

"Me parece deleznable, desproporcionada, poco elegante y dudosamente lícita la insólita reacción de la junta directiva"

Añade que "en la junta general de 1981 "finalizando yo la carrera" se descarta llevar a cabo aquel primer proyecto, pero en 1999, en una época de bonanza, habiendo un incremento significativo de socios y, por tanto, de ingresos, la junta directiva retoma el proyecto, formalizando una hoja de prestación de servicios el 1 de marzo de 1999, en la cual se me encarga la realización de un proyecto de urbanización, proyecto de ejecución de complejo social-deportivo, coordinación de seguridad y salud y dirección de obra, detallándose perfectamente el nuevo programa de necesidades, que nada tiene que ver con el de 1989, con el consiguiente incremento económico". Señala que esa es la razón por la que el presupuesto llega a 9.616.193,67 euros.

El arquitecto, que dice que no está dispuesto a tolerar ataques a su honor ni a los de su familia, también apunta que su padre dejó la directiva del Círculo en 1999 y que "se finaliza y se visa el proyecto de urbanización y el proyecto básico del complejo social deportivo en agosto de 2001 y se entrega una copia en mano "sin visar" en el despacho del Círculo de las Artes. Se termina el proyecto de ejecución en octubre de 2001. Entre enero y abril de 2002 se mantienen una serie de negociaciones entre las dos partes, con intervención de terceras personas, que culminan con la firma de un documento el 24 de abril de 2002, muy detallado, de reconocimiento de honorarios, presupuesto de ejecución de la obra y aplazamiento de pagos, efectuándose el pago de varios plazos hasta el año 2004, pagos lógicamente autorizados por la junta directiva en la que, reitero, ya no figuraba mi padre".

El conflicto saltó a la luz pública recientemente y el arquitecto se muestra indignado. "Me parece deleznable, desproporcionada, poco elegante y dudosamente lícita la insólita reacción de la junta directiva", a la que censura la emisión de notas de prensa o el envío de whatsapp "a socios y exsocios, haciendo constar datos personales sin consentimiento de terceros, y difundiendo información no contrastada, errónea e incierta", añade al respecto.

Dice que no va a tolerar el daño personal ni profesional causado por la información del caso, ratificada en la junta de socios del 26 de abril de 2021, "en la que se ha llegado a calificar mi trabajo como un proyecto fantasma", señala. Advierte de que, por ello, no descarta nuevas acciones legales.

Sánchez del Valle dejó una carta diciendo que solo el padre de Silvosa conocía el plan

La directiva del Círculo reaccionó al comunicado del arquitecto enviando un mensaje a los socios en el que incorpora una carta manuscrita del expresidente de la entidad José Carlos Sánchez del Valle dando cuenta de cómo se gestó el controvertido contrato y en la que dice que solo el padre de Silvosa sabía del proyecto y que el resto de la junta no pudo opinar porque no conocía el asunto. Añade que el presupuesto y los honorarios del arquitecto causaron mucha tensión en la directiva porque se desviaban de la idea inicial.

La carta, se explica a los socios, "ha permanecido en la caja fuerte de la entidad cultural hasta ahora". También se da cuenta de que este documento se ha incorporado al sumario judicial.

El arquitecto replicó apuntando que "la carta supuestamente atribuida a Sánchez del Valle no lleva fecha", aunque "parece desprenderse que en todo caso sería anterior al contrato de 2002 de reconocimiento y fraccionamiento de honorarios". Apunta que la carta no se llevó nunca a la junta y se mantuvo oculta.

CARTA

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